¿Limpiadoras o aceituneras?
Marmolejo sortea 37 contratos eventuales para fregar instalaciones municipales
En Marmolejo (7.615 habitantes, Jaén) el rostro mayoritario entre los más de 400 desempleados del municipio es femenino. Tanto es así que las mujeres apenas cuentan con más expectativas laborales que las que genera temporalmente la agricultura. La campaña de la aceituna sirve en esta época como refugio para muchas demandantes de empleo en el medio rural, pero en Marmolejo a las mujeres desempleadas se les presenta una disyuntiva que a veces les resulta complicado resolver: ¿trabajar como aceituneras o como limpiadoras? Desde hace más de una década, el consistorio tramita una bolsa de empleo para cubrir contratos eventuales para la limpieza de edificios municipales. Son unas 200 mujeres las inscritas de forma regular, pero en la campaña de la aceituna resulta complicado contar con ellas porque muchas se sienten más atraídas por el trabajo en el campo. Por ello, el Ayuntamiento se ve obligado a realizar un sorteo para contar con el personal de limpieza necesario durante la campaña oleícola.
Las desempleadas prefieren trabajar en el campo a limpiar edificios
"No cubrimos empleo público por sorteo, eso sería una barbaridad, lo que hacemos es sortear la prioridad para cubrir las vacantes de limpieza en las instalaciones municipales en los meses de invierno, mientras dura la recogida de la aceituna", subraya el alcalde de Marmolejo, el socialista Cristóbal Relaño. Este año se han elegido por sorteo 34 demandantes de empleo para cubrir las 17 plazas de limpiadoras en edificios públicos como el propio Ayuntamiento, los colegios, la guardería temporera, el hogar del jubilado o el mercado de abastos. Cada una de las mujeres seleccionadas se beneficia de un contrato eventual de unos 20 días, por el que perciben unos 700 euros.
Entre las agraciadas (las elegidas un año en esta época no pueden repetir al año siguiente) hay opiniones para todos los gustos. Las hay quienes prefieren no ser llamadas para aprovechar el empleo en la aceituna, pero también hay otras que prefieren limpiar al trabajo en el campo. El ayuntamiento aplica el convenio de la limpieza, con unos emolumentos muy similares a los 49 euros al día que se gana como vareadora en la campaña de la aceituna. La medida municipal ha tenido tanta acogida que incluso este año ha contado con demandantes masculinos, y entre los seleccionados hay un hombre. El resto del año, la iniciativa que promueve la concejala de Empleo, Isabel Godoy, se cubre de forma rotatoria entre las 200 inscritas en esta peculiar bolsa de trabajo.
En la plantilla de 56 personas del ayuntamiento no hay ninguna plaza de limpiadora. "Siempre hemos recurrido a contratos eventuales de una bolsa para este tipo de trabajo, es como una tradición", justifica el alcalde, Cristóbal Relaño, que es funcionario municipal en excedencia.
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