_
_
_
_
_

Alemania prepara un nuevo paquete de estímulo de 50.000 millones

El plan incluye recortes fiscales, inversión en infraestructuras y en industria

Las grandes economías siguen en guardia para combatir una crisis financiera que sigue mutando en una severa recesión. Alemania sacó ayer la artillería pesada y anunció un segundo paquete de estímulo de hasta 50.000 millones de euros para 2009 y 2010. Pese a que el plan aún está en pleno debate político y no estará cerrado hasta dentro de unos días, combinará recortes de impuestos, inversiones en infraestructuras y ayudas a la industria, muy castigada por la caída de la actividad.

Los tres partidos de la gran coalición de Gobierno se reunieron ayer para definir las líneas maestras del plan de choque, destinado a proteger a la locomotora europea de la que ya parece la peor recesión desde la II Guerra Mundial. Los 50.000 millones equivalen al 2% del PIB germano, y a esa cifra hay que añadir los 35.000 millones de euros aprobados por el Ejecutivo hace dos meses, una medida que fue muy criticada por su tibieza dentro y fuera de Alemania.

Las primeras medidas de Merkel han sido criticadas por su tibieza

En el horizonte aparecen también las elecciones federales de septiembre, que enfrentarán a la canciller Angela Merkel (líder de los democristianos de la CDU) con el socialdemócrata del SPD Frank-Walter Steinmeier, actual ministro de Exteriores. Pero el plan no estará listo antes de mediados de mes, ya que los partidos deben limar previamente sus diferencias. Los socialcristianos de Baviera de la CSU, socios del partido de Merkel, han impuesto a sus correligionarios de la CDU una reducción del impuesto sobre la renta para las clases medias y bajas, pese a que la canciller se resistía a incorporar esa medida.

En un documento de 19 páginas presentado el pasado domingo, los socialdemócratas abogan por un paquete de 40.000 millones destinado básicamente a las inversiones en infraestructuras y a la industria -en sectores como el transporte, la energía y las telecomunicaciones-, más un fondo de 10.000 millones para invertir en guarderías, escuelas e instalaciones deportivas. Además, el SPD propone que el Estado asuma parte de las aportaciones a la seguridad social de los trabajadores y que se incrementen las ayudas a padres con hijos. Adelantándose a las críticas, Steinmeier aseguró que la propuesta "no es ninguna mezcolanza de medidas individuales, sino un concepto con el que queremos modernizar el país, incluso en la actual situación de excepción".

El acuerdo parece próximo en aspectos como una reducción cercana al 1% en las cuotas del seguro sanitario y el aumento del mínimo exento en el IRPF alemán, que pasaría de los 7.600 euros actuales por contribuyente a 8.000 euros, y un recorte en ese impuesto para las rentas más bajas. El SPD pretende también un aumento de impuestos para las rentas más altas, las que ganan más de 125.000 euros al año.

Los expertos se muestran a favor del plan, pero con reservas. "Comparado con otros países, todavía está en la banda baja", aseguró Stefan Bielmeier, economista del grupo bancario Deutsche Bank.

El último premio Nobel de Economía, Paul Krugman, explicó hace unas semanas que Alemania está "minusvalorando la severidad de la crisis". El producto interior bruto germano podría caer este año el 2,7%, según las previsiones de instituto IfW. El Ejecutivo vaticina una caída del 0,2%, pese a que tiene previsto revisar esas cifras dentro de unas semanas.

La canciller alemana, Angela Merkel, ayer en Berlín.
La canciller alemana, Angela Merkel, ayer en Berlín.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_