"No somos ni seremos fontaneros de crisis que han provocado otros"
Josu Onaindi (Bilbao, 1952) dejará la secretaría general de CC OO el próximo viernes, en el congreso que aupará a Unai Sordo como nuevo líder del sindicato.
Pregunta. ¿Es ético inyectar dinero público para salvar a la banca y algunos sectores?
Respuesta. Ético no es. Otra cosa es que las circunstancias lleven a los gobiernos a hacer esas cosas para minimizar el efecto en la economía real. Y menos cuando desde el punto de vista fiscal se ha favorecido a las empresas a costa de los trabajadores. Pero es lo que pasa cuando el mercado impera frente a la política y el Estado.
P. ¿Cree que el Gobierno vasco es efectivo ante la crisis?
R. Hay sectores que no tienen crisis coyuntural sino estructural, y el Gobierno tiene que afrontar esa crisis y esa realidad con crudeza. Estamos muy molestos con el Gobierno vasco, porque no facilita ninguno de los análisis que tiene de esos sectores a través de los clúster. Se los hemos pedido reiteradamente y los niega sistemáticamente. Y desde luego, lo que ni somos ni vamos a ser es fontaneros de las crisis que provocan otros.
"No habrá unidad sindical si no se entiende que el país es de todos y no de una parte"
"Las empresas sólo te dan información sobre su situación en tiempos de crisis"
"La apuesta contra los frentismos que hicimos en 2000 ha terminado triunfado"
"La alternancia sería una cosa buena desde el punto de vista de que Euskadi es un país plural"
P. Quiere decir que no van a pactar expedientes de regulación sin contrapartidas.
R. Si entramos a una empresa a ver qué es lo que ocurre, lo que queremos es tener información y su plan de viabilidad, para luchar por su futuro y por su empleo. Y el Gobierno tiene toda esa información a través de los clúster. No queremos ser salvadores de nadie, y menos de alguien que no tiene en cuenta la realidad social con la que tienen que jugar los sindicatos. Nosotros también entendemos eso por diálogo social.
P. Las empresas, sin embargo, sí facilitan datos ahora para justificar los ERE.
R. La patronal sólo te da información económica en tiempos de crisis. Las empresas son magnánimas en esos momentos, porque lo que quieren es compartir la crisis y, por lo tanto, salvar los muebles. Es uno de los grandes déficits democráticos de los empresarios vascos: la falta de transparencia y la de reconocer que el principal activo de una empresa son sus trabajadores.
P. ¿Las crisis económicas llevan implícito una crisis de los derechos laborales y sociales?
R. La patronal aprovecha los tiempos de crisis para dar un golpe a los derechos adquiridos en los últimos años en la negociación colectiva. Tratan de aprovechar las crisis para, con la excusa de la defensa del empleo, condicionar esos derechos.
P. Supongo que hablar de unidad sindical para luchar contra la crisis es una entelequia.
R. Hay una política decidida de que no exista por parte del sindicato mayoritario de este país. Así, habrá expedientes muy mediáticos, con una presunta radicalidad, y otros con un descontrol sindical total en pequeñas y medianas empresas, donde se va a producir el auténtico descalabro. Si no hay una nueva forma de entender la convivencia, la transversalidad y que el país es de todos y no de una parte, no habrá unidad.
P. ¿Sugiere que un cambio político tras las elecciones de marzo puede facilitar la unidad?
R. No, yo no he dicho eso, lo que digo es que eso va a condicionarla. Hay que pensar que un cambio generaría tensiones iniciales y un cierre de filas, pero los sarampiones se pasan.
P. Se puso al frente del sindicato cuando entró Ibarretxe y se va en vísperas de unas elecciones decisivas. ¿Qué cree que pasará?
R. Es un panorama incierto pero creo que la ciudadanía, por primera vez, puede interpretar que no proceden las apropiaciones patrimoniales del país. Las alternancias son normales. Creo que eso sería una buena cosa para Euskadi, desde el punto de vista de que este es un país plural y la lectura de que los diferentes partidos del espectro político pueden gobernar.
P. Ustedes han logrado, por vez primera, hacer el cambio en un congreso de unidad.
R. Eso tiene que ver con la madurez. Creo que el sindicato ha reflexionado y hay un nivel de coincidencia en el análisis socio político y sindical.
P. ¿Qué tiene Unai Sordo para aglutinar a todos?
R. Representa a la juventud. Y aunque pueda parecer un hombre con poca experiencia, la tiene. Unai hace visible una realidad laboral y social diferente de la nuestra. Ahora el empleo es inestable, precario, hay mucha mujer, y él representa todo eso.
P. ¿Qué es lo que más le satisface de estos ocho años al frente de CC OO?
R. Que en el 2000 hicimos una apuesta por un país plural, que estuvimos en contra de los frentismos y que, a pesar de las críticas que recibimos, esa es la apuesta que se ha extendido y triunfado en el país.
P. Además, bajo su mandato, CC OO sube y recorta posiciones con ELA.
R. Sí, porque somos la representación de lo que es Euskadi, un país diverso, plural, en el que tenemos que convivir. Somos conscientes de que en democracia los resultados sindicales son los que quitan y dan el poder y las mayorías. Y nos tenemos que dedicar a eso para ser la alternativa que represente a la gran mayoría del país.
P. ¿Se puede ser un sindicato de contrapoder económico sin una caja de resistencia potente?
R. La solidaridad entre trabajadores tiene que existir. Pero el modelo de caja que ha usado [ELA] no ha sido frente a la patronal, sino frente a los demás sindicatos, y se han elegido unos conflictos frente a otros. Nosotros hemos constituido un fondo de solidaridad, pero para los trabajadores, no para debilitar al resto de los sindicatos.
P. ¿Cómo es posible que en la época de la expansión económica la temporalidad sea del 30%?
R. Porque es uno de los factores que han estado utilizando los empresarios de una forma importante. Han buscado la rentabilidad a través de la precariedad. Se ha notado más ahora porque los paganos de esta crisis de momento han sido los trabajadores temporales. El auge de la economía vasca no se ha basado en el boom inmobiliario, sino en la temporalidad y precariedad en el empleo. Conocemos muchas empresas con una estabilidad y cantidad de pedidos importante con una temporalidad superior al 30% y 40%.
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