La 'reactable' colectiva
Los viejos sintetizadores analógicos regresan con fuerza mientras que los nuevos instrumentos digitales siguen abriéndose paso. En todo ese entramado, se tacha al ordenador de instrumento poco maleable, no apto para adoptar el papel de solista y mucho menos para improvisar. Desde hace más de veinticinco años Sergi Jordà está empeñado en demostrar lo contrario y lleva camino de conseguirlo. Su reactable permite todo eso y mucho más. Björk lo demostró en su última gira paseando por todo el mundo una reactable ideada y fabricada en el Departamento de Tecnología Musical de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
"Comenzamos a trabajar en la reactable en 2003 como un proyecto nocturno del departamento, es decir, que no está financiado por empresas, consorcios o comisiones europeas", explica con una perenne sonrisa en el rostro Sergi Jordà (físico, músico, doctor en informática y profesor de esa universidad). "La intención era crear una interfaz para hacer música por ordenador que fuera flexible y permitiera hacer cosas complicadas e ir progresando pero sin dar miedo, que permitiera un acercamiento atractivo y fácil para todo el mundo". Ese punto se ha conseguido plenamente ya que en diversos museos de la ciencia de todo el mundo (Cosmocaixa, Montreal, Chicago, Atenas, Winchester...) niños y adultos pueden ya hacer sus pinitos con la reactable. "El inicio es sencillo pero el instrumento es sumamente complicado. Nosotros llevamos dos años haciendo conciertos y cada vez encontramos nuevas posibilidades".
Explicar con palabras lo que es una reactable no es fácil. A simple vista se trata de una mesa redonda con una superficie azulada semitraslúcida sobre la que se pueden mover diversos objetos. El anagrama (en realidad un código de barras) de cada objeto, su forma, su posición sobre la mesa y sus movimientos son los que, captados por una cámara y pasados de ahí al ordenador, producen los sonidos y sus variaciones. "El hecho de mover objetos facilita tu contacto físico con el ordenador. Todo surge de la forma más directa posible sobre la mesa, sin números ni pantallas". ¿Por qué una mesa redonda? "La reactable está pensada como un instrumento colectivo, un concepto que prácticamente no existe en la historia de la música. Una mesa es un lugar en el que se reúnen personas y comparten cosas. Redonda porque así no hay una cabeza visible, nadie dirige".
En 2005, Jordà realizó el primer concierto con una reactable. Desde entonces no han parado compartiendo museos y exposiciones con escenarios de todo tipo y consiguiendo diversos galardones tan reputados como el Ars Electronica Golden Nica. Björk trasladó el instrumento de los corrillos de entendidos a los escenarios multitudinarios al utilizar una reactable en su última gira. "En noviembre de 2006 decidimos colgar tres vídeos hechos en una tarde en YouTube, que estaba comenzando, y en pocos días se creó una cierta expectación con miles de visitas. Björk nos conoció a través de YouTube y nos contactó por e-mail".
Por ahora sólo se han fabricado una docena de reactables debido a su alto coste. "Actualmente, como todo está hecho a mano, cada una nos cuesta unos 30.000 euros. Esperamos rebajar el coste a la mitad en poco tiempo, pero no podrá ser mucho más barata, ya que no existe mercado suficiente para hacer una fabricación industrial".
Filmaciones, explicaciones técnicas e información sobre la reactable en http://mtg.upf.edu/reactable
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