Elche aprueba sus cuentas pese a las broncas internas del PP y el PSPV

El presupuesto municipal de Elche salió adelante ayer a pesar de que las broncas internas que viven tanto los socialistas como los populares lo pusieron difícil. El equipo de gobierno ilicitano, formado por 13 concejales del PSPV y uno de Compromís, frente a 13 ediles del PP, logró sacar adelante las cuentas pese a la ausencia de la edil socialista de Hacienda, María Ángeles Avilés. Los socialistas argumentaron que Avilés está enferma, pero a nadie se le escapa que precisamente esta concejal es la esposa de Juan Caballero, ex asesor del alcalde, destituido hace unos meses tras pedir el voto en blanco en una asamblea, junto a otro militante socialista, Ivan Aranda. Éste también fue destituido de su puesto en el Ayuntamiento por el mismo motivo, al día siguiente de la asamblea en la que fueron críticos con la corriente oficial.

Avilés, que tampoco asistió a la comisión informativa del área de la semana pasada, era la encargada de defender los presupuestos en el pleno municipal de ayer.

Pero en las filas del PP también hubo una ausencia notable, lo que evitó al PSPV tener que recurrir al voto de calidad del alcalde, Alejandro Soler. En el Grupo Popular faltó el edil Emigdio Tormo, único de su grupo afín a la dirección provincial del partido encabezada por el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquin Ripoll. El resto de concejales populares integran el bando campista, que lidera la portavoz, Mercedes Alonso.

Por otro lado, el PP aprobó ayer en solitario los presupuestos para Castellón, que ascienden a poco más de 175 millones. El portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento, Juan María Calles, los calificó de "mediocres", mientras que el del Bloc, Enric Nomdedéu, aseguró que "carecen de credibilidad". El vicealcalde de Castellón, Javier Moliner utilizó los mismos adjetivos que todos los años: "Inversores y ambiciosos".

Sin embargo, el debate estuvo, fundamentalmente, en la presión fiscal ya que el equipo de gobierno ha decidido subir los impuestos municipales en cerca de un 6%, un índice que pretende justificar alegando que se trata, únicamente, de una actualización. Los presupuestos para 2009 suponen un incremento del 5,57% sobre 2008 y prevén destinar casi 30 millones a inversiones, una cantidad algo menor de lo que invertirá el Ayuntamiento procedente del Fondo de Inversión Local aprobado por el Gobierno.