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Entrevista:OLEGARIO SOTELO BLANCO | Editor, escritor y periodista

"Cuanta más autonomía, mejor. No todo se arregla con el AVE"

Con casi 30 años de experiencia en el mundo editorial gallego, Sotelo Blanco lo tiene claro: "Tenemos buenos autores y una gran literatura que hacen del nuestro un sector con futuro". Por eso no entiende que se critique a la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, por "una Feria [la del Libro de la Habana] que nos va a beneficiar a todos", dice, "a nuestra literatura y a nuestra cultura en general".

Olegario Sotelo Blanco (Castro Caldelas, 1945) emprendió el camino de la emigración cuando todavía no había alcanzado la mayoría de edad. Dejaba atrás una Galicia atrasada, "sin luz en las casas y con unas tierras que daban para vivir de mala manera". A su llegada a Barcelona trabajó de lo que pudo y hasta llegó a pasar hambre. Sus más de 30 años dedicados al sector inmobiliario y de la construcción le permitieron materializar su incansable compromiso cultural con Galicia en la que, a día de hoy, es una de las principales editoriales que publican en gallego: Edicións Sotelo Blanco. Ahora, con un pie en Santiago y otro en Barcelona, contempla el futuro del sector del libro con esperanza.

"Dejé el Centro Galego de Barcelona porque no integraba a la gente joven"
"Estamos viviendo uno de los mejores momentos de promoción del libro"
"En Galicia tenemos que luchar por los sectores fijos, los de toda la vida"
"A los gallegos nos falta iniciativa y sentido de la empresa"

Pregunta. ¿Imaginó alguna vez que llegaría hasta donde ha conseguido llegar?

Respuesta. Mi meta nunca fue hacer dinero. Si cuando regresé a Galicia para fundar la editorial, hace 30 años, hubiera tenido ansias de rico triunfador, hubiese ido a A Toxa a hacerme un gran chalet para invitar a mis amigos.

P. ¿Cree que Cataluña ha sido generosa con los gallegos?

R. Yo pienso que sí, pero también los gallegos fuimos generosos con Cataluña. Muchos dejaron aquí su vida y sus esfuerzos. Cataluña fue un lugar de acogida y dio a los gallegos muchas posibilidades para trabajar, porque los catalanes tienen un gran sentido de la empresa.

P. ¿En Galicia falta ese sentido de la empresa?

R. Sí. A los gallegos nos falta iniciativa y sentido de la empresa. Posiblemente se hubiesen podido recuperar muchos emigrantes si el empresariado gallego hubiese tenido iniciativa para montar empresas y negocios. Ahora parece que en algunos sectores, como el textil o las energías alternativas, se están emprendiendo proyectos muy interesantes. Por lo menos tenemos un grupo de empresarios que se empiezan a poner de acuerdo y que comienzan a colaborar entre ellos.

P. ¿Cómo surgió la idea de crear la editorial?

R. Yo había escrito un libro sobre emigración con mi compañero Armesto Pontón y dimos muchas vueltas hasta que conseguimos publicarlo. Me pregunté: si es difícil publicar en Barcelona ¿qué pasará en Galicia? Ahí surgió la idea. Mi actividad principal era la construcción y de ahí pude ahorrar algún dinero para fundar la editorial. Me hice con un espacio de 2.000 metros cuadrados en La Pedrera, donde nació el proyecto. Mi ilusión era ir a Galicia y finalmente nos instalamos en Santiago.

P. ¿Cómo ve el sector editorial en Galicia? ¿Hay muchas diferencias con Cataluña?

R. No. Pero cuando comenzamos en Galicia no había manera de encuadernar un libro bien. De hecho, nosotros imprimíamos en Galicia y la encuadernación se hacía en Barcelona. Otras editoriales, como Xerais, iban a hacerlo a Portugal. Hoy en día, en Galicia tenemos una industria con unas técnicas igual de avanzadas que nos permiten sacar cualquier libro.

P. ¿Cuáles son las dificultades del sector?

R. El sector editorial en Galicia tiene las mismas dificultades que en Barcelona o en cualquier otro lugar. Tenemos buenos profesionales, buenos autores y buena literatura. Estamos viviendo uno de los mejores momentos de promoción, sobre todo desde la Consellería de Cultura. Y no me refiero a las subvenciones, que yo nunca fui partidario de grandes subvenciones. Lo importante es que se hagan ferias donde se promocione el libro y hoy se están haciendo.

P. Entre 1999 y 2003 fue el presidente del Centro Galego de Barcelona. ¿Cuáles fueron sus principales logros?

R. Fui al Centro Galego para intentar transformar la entidad en una verdadera institución que representase a Galicia y a los gallegos en Cataluña. No tenía ninguna necesidad de ser presidente. Me encontré con un centro bastante caduco, con unas estructuras incluso caciquiles. Tuve que empezar por hacer obras porque el inmueble se estaba cayendo. Mi otro objetivo era transformar las mentalidades y dar paso a la gente joven. Había que aprovechar esa segunda o tercera generación de hijos de gallegos, que ya tenían otra manera de pensar y otras necesidades. Y la única manera de atraer a esa gente joven era permitiéndoles participar en el centro.

P. ¿Y qué le llevó a dimitir como presidente?

R. Llegó un momento que no podía continuar porque vi que no había ningún interés en que la gente joven participase en la entidad y empecé a pensar que aquello era tiempo perdido. Pensaba que la transformación sería mucho más sencilla, pero el centro seguía igual que cuando se fundó.

P. ¿Esa mentalidad ha cambiado con la llegada de la actual directiva?

R. Por lo que conozco, sé que hay gente muy capacitada y que se empezó a cambiar de mentalidad. El principal problema es que el centro tiene una masa asociativa muy mayor y esa gente no colabora porque, a su edad, ya no puede. El centro tiene que ser una representación de la Galicia real y un espacio de intercambio cultural. Lo que no se puede hacer es tener una institución y pedir dinero para hacer meriendas.

P. ¿Cómo valora los últimos cuatro años de gobierno de la Xunta?

R. En muchos sectores, los valoro como algo positivo, comparado con lo que teníamos. Hubo transformaciones importantes y todavía quedan muchas cosas por hacer que no se pueden liquidar en cuatro años. El conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, tiene una visión bastante clara de cuáles son los problemas de nuestro rural y desde la Consellería de Cultura se están haciendo cosas importantes. Yo creo que vamos por el buen camino.

P. Ahora que los gallegos estamos a punto de volver a las urnas, ¿cuáles debieran ser los retos del Gobierno entrante?

R. Seguir pensando en el país, manteniendo la idea de que, cuanta más autonomía mejor. No todo se arregla con el AVE. Hay muchas otras cosas importantes, como la consolidación de un tejido industrial sólido que permita crear puestos de trabajo. Tenemos sectores muy pujantes, como la pesca, el sector conservero o los astilleros. En Galicia debemos dejar de depender de las amenazas de deslocalización de ciertas industrias y luchar por los sectores fijos, los de toda la vida. Si, como votantes, tenemos conciencia de país, sabremos lo que nos es bueno y lo que no. Los que no trabajan por el país son los que acceden a los puestos representativos para fanfarronear, los caciques. Creo que en Galicia ya tenemos experiencia suficiente para saber elegir.

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