La fuerza de Lagarce
Jean-Luc Lagarce, filósofo de formación, serio e irónico, repetía una y otra vez a sus íntimos: "¡Ya veréis cuando esté muerto!", en referencia a que sus 23 obras, escritas antes de fallecer en 1995 a los 38 años, iban a hacerle famoso. Y así ha sido. En España apenas se le conoce ni se le ha visto. Lo ha traducido Fernando Gómez Grande, buen conocedor del teatro galo más innovador, y el teatro del Astillero le ha encargado a Luis Miguel González Cruz que ponga en pie la obra más conocida de Lagarce: Music Hall, estrenada ayer en el Galileo Teatro. Una historia metateatral de una vedette y dos coristas (papeles interpretados por Marina Andina, Chema Ruiz y Ángel Solo), marcada por el suspense y la gran fuerza de la palabra de Lagarce, siempre íntima, precisa, distante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.