Alocadas noches en el mítico 17
Más allá de las murallas, la Ciudad Santa muda de piel con sus acogedores 'coffee shops' y el animado zoco de Mahane Yehuda. Un barrio donde se cena a cualquier hora y se baila hasta el amanecer
Muchos israelíes nunca han puesto el pie dentro de la Ciudad Vieja (1). Nunca han rezado ante el Muro de las Lamentaciones, ni han pasado por la Vía Dolorosa, ni se han hecho fotos frente a la Cúpula de la Roca. Para muchos, lo que pasa dentro de las murallas es tabú. La vida gira en torno a la Ciudad Nueva o, simplemente, el centro, el área que atraviesa Jaffa Road (2) desde la plaza Zahel y el mercado de Mahane Yehuda.
8.00 'Shakshuka' para arrancar
El desayuno israelí es un ritual que incluye shakshuka (huevos revueltos con tomate, pimientos y queso) y pan recién horneado. Ese festín se ofrece a cualquier hora (desde las 7:00 y hasta las 22:00) en Beitza Ayin - C (King George, 33). Durante décadas, Israel no fue un país especialmente devoto del café. Sin embargo, en los últimos años proliferan pequeños coffee shops y hasta cadenas de cafeterías que dan la réplica local a Starbucks. El más extendido es Aroma. Hay varios establecimientos, todos con wi-fi. El de Hillel, 18 (4), abre las 24 horas. Tienen unos buenos expresos y capuchinos, aunque su especialidad es el café helado. Además de bollería, despachan sándwiches y ensaladas a cualquier hora.
9.00 Funcional y espectacular
Un guiño a lo contemporáneo y lo funcional no exento de polémica. Es el nuevo puente colgante (5) de Santiago Calatrava (entre el bulevar Herzl y Jaffa Road), por donde en 2010 pasará el tranvía: 360 metros de longitud, 70 cables de acero y una torre de 118 metros. Es espectacular, pero aquí no hay nada más.
10.00 Merodear por el zoco
El mercado de Mahane Yehuda (6) no es un zoco al uso, pero así se conoce en Jerusalén el mercado más extenso de la ciudad. Ocupa un barrio entero, con unos 250 puestos -unos, a cielo abierto; otros, bajo unas galerías acristaladas-, entre las calles de Mahane Yehuda y Etz Chaim (abre de domingo a jueves, desde las 8.00 hasta el atardecer. Los viernes, de 9.00 a 14.00). Los vendedores se desgañitan para vender desde carnes, pescados y frutas a flores. Está especialmente animado en víspera de Shabbat (día de descanso hebreo, que arranca el viernes con la puesta de sol y dura hasta la noche del sábado). En los últimos años, el barrio ha sufrido un proceso de gentrificación y proliferan las joyerías. Sin embargo, uno también se puede dar un festín de bombones en Mamtakei Eli Haim (7) (Agrippas), degustar un zumo orgánico en Uzi Eli (entre Agos y Tuut) o adentrarse en uno de los abundantes coffee shops bohemios, como el indio-vegano Chandra (Agos, 9) o Emil (Haegoz, 8; www.emil.co.il), con una amplia carta de lafas (pita enrollada con variedad de rellenos), paninis que se sirven con tahina (pasta de semillas de sesámo) y aceitunas, hachapouris (una empanada georgiana de queso) y pazi (empanada de espinacas y queso).
12.00 Viaje al pasado
Siguiendo hacia el noreste por la prolongación de King George V se llega a Mea She'arim (8), el barrio ultraortodoxo. Sus vecinos descienden de inmigrantes polacos, alemanes y húngaros llegados en el siglo XVIII y que aún hoy mantienen sus rigurosas costumbres y estricta forma de vestir: falda casi hasta los pies, mangas largas con medias para ellas, y fedora negra, sombrero, tirabuzones y barba para ellos. Sorprenden las casas con balcones enrejados y cuerdas con la colada tendida. Nada más adentrarse hay carteles que advierten que está prohibido tomar fotos y que hay que mantener el decoro. Nada de hombros al aire ni de pantalones cortos. Ni siquiera ir de la mano. Un casto abrazo o un beso puede motivar una bronca e incluso, alguna pedrada.
16.00 'Hip-hop' improvisado
El tráfico es infernal casi a cualquier hora, mejor callejear a pie. No es difícil: la zona comprendida entre Ben Yehuda y Herbert Samuel es peatonal. Entre tiendas de moda y otras de souvenirs deambula una mezcla de jóvenes jerusalemitas y foráneos hartos de tanta iglesia y en busca de emociones más mundanales. Si hay suerte, en Zion Square (9) se pueden ver improvisadas demostraciones de hip-hop. En los alrededores proliferan diversos restaurantes de comida internacional, algunos con encanto como el Café Rimon (10) (Lunz, 4; www.caferimon.co.il), punto de encuentro de intelectuales desde 1953. Otro de los favoritos es Arcadia (Rehov Agripas, 10), buena cocina local con toque francés. Quienes quieran invertir en arte pueden echar un vistazo en la galería Eden Fine Art (11) (King David, 10; www.eden-gallery.com), que reúne obras de israelíes contemporáneos como Dorit Levinstein o Yoel Benharrouche.
21.00 Cenar ¿pronto o tarde?
El triángulo comprendido entre las calles Jaffa y Schlomzion Hamalka tal vez sea uno de los de mayor densidad de restaurantes por metro cuadrado. En todos se mima el diseño: tradicional, elegante o vanguardista. Abren desde la mañana y cierran pasada la medianoche. No es raro ir a cenar a las siete de la tarde ni a medianoche. Los hay para todos los gustos: desde Focachetta (12) (Schlomzion, 4. 00972 26 24 32 22), donde preparan unas deliciosas focaccias de rosbif y mostaza, al muy exclusivo Canëla (Schlomzion, 9; 00972 26 22 22 93), con una excelente carta de pescados. Otra opción es bajar hacia la Emeq Refaim, repleta de animados bistrots como Selina (00972 25 67 20 49), en el número 24.
23.00 Noche sin fin
La noche en el centro es intensa cualquier día de la semana. Para empezar, el bar Uganda (13) (Aristobulus, 4. Abierto hasta las tres de la madrugada), donde se pueden comprar cómics, camisetas y música independiente mientras se disfruta de una Taybeh, la cerveza palestina, que casi no se puede encontrar en otro bar israelí. Havatzelet (Havatzelet, 9) es una buena opción para cenar y tomar una copa tranquilamente. En Stardust (Rivlin, 6) suena reggae y se llena si hay eventos deportivos para verlos en sus pantallas gigantes. Y si lo que se busca es bailar hasta el amanecer, no hay duda de que el sitio por el que hay que pasarse es el 17 (14) (Haoman, 17).
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