Casillas vuelve a su cole

Margarita no se lo cree. "¡No me la lavaré en meses! ¡Fregaré con guantes de goma!", grita alborozada mientras contempla la firma de Iker Casillas en su mano. No es ninguna niña, Margarita. Es la madre de una alumna del colegio público Vicente Aleixandre, en Móstoles, donde estudió el portero del Real Madrid de sexto a octavo de EGB, y que ayer recibió a su ex alumno para la presentación de La magia de Iker, el cuento, escrito por la profesora Carmen Ocete, que ganó el certamen No soy galáctico, soy de Móstoles. Un concurso creado a partir de la humilde frase acuñada por el propio Iker en la era de los galácticos Ronaldo y Beckham.

El centro se convulsionó con su llegada. "¡Iiiiiiker!", gritaban los chavales en el patio. Las monitoras intentaban contenerles. "¡Se me escapan!", se lamentaba una de ellas. Cuando Iker llegó, le metieron a toda prisa en el gimnasio del Aleixandre ("lo recordaba mucho más grande", reconocía), acondicionado ayer para acoger a los 100 niños seleccionados para conocer al ídolo local. La admiración en sus rostros era tal que hasta las mejillas de Iker mostraban un profundo rubor. "Tengo la piel de gallina por regresar aquí 15 años después", explicó. Los niños conocieron a Casillas de cerca, supieron que suelta "demasiados tacos" cuando encaja un gol, que si no jugara en el Madrid, "sólo lo haría en Móstoles"... Jean-Paul, de 10 años, fue más indiscreto.

"Tengo la piel de gallina por regresar al Aleixandre 15 años después"

-¿Qué cosas no conocemos de Iker Casillas?

-¿Mías... o del Iker que protagoniza el libro?

Los adultos de la sala sabían que la pregunta, preparada de antemano, se refería al primero. El niño los descolocó.

-¡Pues el del libro, claro!

Las risas fueron tan grandes como el estupor de Jean-Paul. Tras presentar el libro, Casillas visitó las aulas. En la de cuarto de Primaria le esperaba Katy, su antigua maestra de Sociales. "¿Le castigabas mucho?", le preguntó un alumno. Katy tragó saliva. "No se lo merecía", contestó saliendo del apuro. Ya fuera de focos, Katy recordó el reto que le suponía a Iker compartir estudios y fútbol. "Era un niño normal, pero habría sacado mejores notas sin tanto entrenamiento por las tardes", reconocía la única profesora que había conocido a Casillas de jovencito.

La magia de Iker, el cuento premiado por el jurado presidido por la escritora Carmen Posadas, es obra de Carmen Ocete, una profesora de educación especial de 39 años y vecina de Navalcarnero. "Era un reto porque debía ser una biografía de ficción para niños. Estudié a Iker, me pateé la ciudad, sus parques...", dice la autora, que tardó tres semanas en escribirlo. "¿Que cuál es la magia de Iker? ¡Ser él mismo!", contesta Ocete, usando las mismas tres palabras que cierran el cuento.

La Fundación 1808-2008, de financiación municipal, aportó los 12.000 euros del premio y los 17.000 que costó imprimir los 10.000 ejemplares, editados por SM. Todos serán distribuidos gratuitamente entre los escolares de Móstoles. "No se entiende que el PSOE desaprovechase el tirón de Iker", afirma un portavoz municipal sobre el Gobierno socialista previo a 2003. "¿Mucho dinero? El premio ha salido barato para el provecho que saca la ciudad", se excusaba el alcalde popular, Esteban Parro, antes de partir junto a Casillas y sus padres para irse a comer. "Después nos echaremos un musecito. ¡Iker es mi pareja de tapete!", decía el edil.