¡Listas abiertas, ya!

No lo entiendo. Sigo sin comprenderlo. ¿Cómo es posible que la mayoría de nuestros políticos se enteren de lo que está ocurriendo por la prensa? ¿Es posible que una persona, demostrando un solemne grado de ineptitud, no sepa lo que sucede en el ámbito del que es responsable y tenga que enterarse por la prensa? Queda bien patente que, guardando el debido decoro, en estos casos lo que prima es la dimisión y, sin embargo, en este país, no sólo no se dimite, sino que en las siguientes elecciones nos encontramos con los mismos nombres en las listas electorales. Y no me refiero únicamente a un solo partido; lo hacen la mayoría, por no decir la totalidad. Y yo me pregunto: ¿no sería más racional presentar candidaturas con listas abiertas en la que, de verdad, pudiésemos votar a las personas que creamos honestas, inteligentes, competentes, adecuadas, trabajadoras y que se preocupen por su trabajo, sean del partido que sean? ¿Es tan difícil? Por favor, ¡listas abiertas... ya.