La justicia vive su etapa más ajetreada
La advertencia del juez decano de Córdoba no es casual. Casi todas las juntas de jueces de España aprobaron el 21 de noviembre no registrar los casos que excedan de sus módulos de trabajo. Y ahora están fraguando una huelga en toda regla para el 18 de febrero. Quieren más juzgados para soportar la fuerte carga de trabajo y mayores retribuciones.
Y es que desde hace tres años, tras la llegada de Mariano Fernández Bermejo al ministerio, la justicia española vive su etapa más ajetreada. Primero fueron los funcionarios judiciales, que aguaron más de un mitin electoral tanto al ministro como al propio presidente Zapatero. Reivindicaban un aumento salarial.
Después, se rebelaron los secretarios, que pararon tres horas coincidiendo con las juntas de jueces simultáneas del pasado 21 de octubre (en realidad, huelgas encubiertas). Los secretarios protestaron por los dos años de suspensión impuestos a su compañera Juana Gálvez por su "dejación" en el caso Mari Luz. Y ahora, de nuevo, los jueces.
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