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Todo un caballero

Bernard Madoff recibió hace dos semanas el tratamiento habitual en el Everglades Barber Shop de Palm Beach, en Florida: corte de pelo por 65 dólares, afeitado por 40, pedicura por 50 y manicura por 22. "Para mí, era un caballero", dice Senio Figliozzi, dueño de la barbería donde Madoff lleva cortándose el pelo 17 años. "Me sorprende lo que ha hecho fuera".

Lo que Madoff ha hecho fuera -una estafa que podría costar 50.000 millones de dólares a inversores de todo el mundo- ha conmocionado Palm Beach. El administrador de patrimonios arrestado tiene una casa valorada en 21 millones de dólares a un kilómetro y medio de las canchas de golf del exclusivo Palm Beach Country Club, donde jugaba a menudo con un handicap de 9,8.

Los rendimientos que prometía a los inversores atrajeron a Marilyn Lane, de 72 años, y su marido, William, de 81. Los Lane, dueños de un concesionario, invirtieron más de un millón de dólares con Madoff hace unos seis meses. "Ciertamente tenía fama", dice Lane. "Todo el mundo lo recomendaba".

Muchos de los que dieron su dinero a Madoff, de 70 años, dicen lo mismo: era gregario, generoso y muy respetado, excelentes cualidades para un presunto estafador. Sea en el Palm Beach Country Club o en Montauk, Long Island, donde tenía una casa de playa, o en Nueva York, donde vivía con su esposa, Ruth, en un dúplex en la calle 64 Este.

"Es una persona muy agradable", dijo Jerry Reisman, abogado que recuerda haberse encontrado con Madoff hace cinco o seis años en un club de golf en Nueva York. "Se movía en los mejores círculos. Era un profesional. Probablemente era una de las personas mejor conectadas de Estados Unidos". Ahora Reisman representa a 10 personas que invirtieron con Madoff y que dicen haber perdido 150 millones. Tanto Madoff como su esposa nacieron en Queens (Nueva York). Se graduó en la Universidad Hofstra en Hempstead, Nueva York, en 1960. Allí ejerció como fideicomisario desde 2004 hasta que fue suspendido el pasado 12 de diciembre.

Bernard y Ruth tienen dos hijos: Mark, de 44 años, y Andrew, de 42. La familia estaba muy unida, según un conocido de los Madoff. Los hijos entraron a trabajar a la empresa de su padre tras graduarse en la Universidad. El hermano de Madoff, Peter, también trabajaba en el negocio familiar.

Mark y Andrew han perdido millones de dólares, añade la misma fuente. No han hablado con su padre desde que fue arrestado.

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