Homenaje de La Cubana a la revista
En Barcelona el género arrevistado vivió un pequeño resurgimiento entre la progresía e intelectualidad catalanas allá por el tardofranquismo y algunos años posteriores. En Madrid ese fenómeno se dio tímidamente. Había prejuicios hacia el género. Pero la revista era alegre, graciosa, descarada y marchosa. Además de salpicada de provocación, picardía, humor y muchas veces cutrez. Supuso el único ocio escénico de varias generaciones de españoles.
Hace un par de décadas, uno de los iconos más sólidos del teatro español contemporáneo, el grupo teatral La Cubana, puso en pie Cómeme el coco, negro. Un homenaje inteligente, fiel, divertido y entrañable a ese género y esos artistas de variedades. La Cubana ha recuperado el montaje y ahora está en el teatro Compac Gran Vía desplegando risas, canciones, lentejuelas, plumas y ofreciendo una mirada brillante hacia el interior y la trastienda de un mundo que las nuevas generaciones de espectadores deben ineludiblemente descubrir y los que peinan canas reencontrar.
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