El juez envía a prisión a cinco miembros de la red que ocultaba a etarras huidos
ETA se ha quedado sin la red que había creado para ocultar en España a los etarras obligados a huir tras algún golpe policial y para trasladarlos luego a Francia. El aparato de ocultación estaba compuesto por los cinco detenidos en España tras el arresto en Francia el lunes pasado del número uno de la banda, Aitzol Iriondo, y otros dos dirigentes, y solían utilizar sus propias casas y coches para estas tareas. Los cinco están desde ayer en prisión.
Las numerosas detenciones en este año forzaron a la dirección de ETA a crear esta nueva estructura para dar cobertura a sus miembros, especialmente a los dirigentes, según informó ayer Interior. La red se encargaba de esconder a los huidos, preparar su paso a Francia y garantizar que fueran recibidos por el aparato de acogida. Así, además de facilitar la huida de los terroristas, pretendían garantizar el suministro de nuevos militantes para las estructuras etarras en Francia. La Guardia Civil da la red por desmantelada.
Las investigaciones sobre el entorno de Aitor Artetxe permitieron detener esa misma noche a otros tres presuntos miembros de la banda cuando regresaban a España: Amets Ladislao, Javier Gutiérrez e Ibai Egurrola. Dos días después fueron capturados otros dos: María Mercedes Alcocer y María Isabel Prieto. Los detenidos habrían dado cobertura al grueso del comando Vizcaya (especialmente a Asier Borrero, aún en fuga, y Artetxe, detenido junto a Iriondo). El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó ayer el encarcelamiento de los cinco, por colaboración con ETA.
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