La hora de los secundarios

El día que el Madrid presentó a Drenthe se alborotó el Bernabéu con la presencia de unos 5.000 aficionados. Fue en el verano de 2007. Por aquel entonces, su público estaba esperanzado ante lo que parecía el inicio de un proyecto fantástico que culminaría con la llegada de grandes estrellas mundiales. Drenthe cogió un balón, lo dominó y, encarándose con la muchedumbre, hizo una pirueta, lo levantó sobre su cabeza y lo enganchó por detrás, entre la pantorrilla y el contramuslo izquierdo. La gente se exaltó. El responsable del centro de alto rendimiento, Walter di Salvo, que estaba observando la escena junto al entrenador, Bernd Schuster, se quedó asombrado. Dando un codazo al técnico, le avisó: "¡Éste, por lo menos, tiene cojones!".

Una convocatoria con más canteranos que nunca: Bueno, Palanca, Agus y Antón

Hoy, Royston Ricky Drenthe es el paradigma de la delicada situación deportiva que vive el Madrid. El muchacho, criado en un barrio marginal de Rotterdam, tiene 21 años. Sus compañeros aseguran que su periplo madridista ha estado sembrado de dificultades de adaptación. Sin embargo, ayer marchó orgulloso por el aeropuerto de El Prat a la llegada de la expedición a Barcelona. Drenthe, que estaba seguro de que jugará en el Camp Nou, es como la actual plantilla madridista: no le sobra jerarquía, pero se alimenta de unas convicciones cuyo optimismo roza la desproporción. La misión de Drenthe en el Camp Nou será la de desequilibrar. Es el único jugador de la comitiva que se parece a un extremo.

Ante el Barça, el Madrid sufre las bajas de Robben por sanción y De la Red, Van Nistelrooy, Diarra, Pepe y Heinze por lesión. Junto a Sneijder, que se recupera de una lesión muscular en la pierna derecha y no está del todo descartado, constituyen un total de siete titulares. Demasiados para cualquier equipo, y mucho más tratándose de este Madrid, que el pasado verano no se reforzó, sino que, al contrario, vendió a su gran figura, Robinho.

El panorama ha obligado a Juande Ramos, el nuevo entrenador, a convocar para el partido de hoy a cuatro canteranos que no han debutado en la Liga: los delanteros Bueno y Palanca y los defensas Agus y Antón. Se trata de la mayor convocatoria de canteranos de la temporada.

Otro canterano, Javi García, rodado el curso pasado en Osasuna, ocupa un lugar más importante en los planes del técnico. Juande no descarta la posibilidad de darle la titularidad para que refuerce la defensa situándolo como medio centro junto a Gago. Según fuentes del club, Javi García tendría grandes posibilidades de entrar en el equipo si Sneijder, finalmente, se quedase en el banquillo. El holandés, que ha acumulado tres meses de baja por distintas lesiones desde agosto, sólo se ha entrenado con normalidad en la sesión de ayer.

Javi García no ha tenido mucho más protagonismo: no ha sido titular en la Liga en lo que va de temporada. Si le pone ante el Barcelona, Juande tomará una decisión lógica e inevitable: dar relevancia a futbolistas que, en otras circunstancias, estarían destinados a labores accesorias. Actores secundarios llamados a asumir las responsabilidades de las figuras principales.

No sólo la plantilla sufre el acoso de los problemas físicos. Según fuentes del club, el presidente del Madrid, Ramón Calderón, no pudo desplazarse a Barcelona ayer debido a un cólico nefrítico. Su presencia en el palco del Camp Nou esta noche es, por consiguiente, dudosa.