La Plataforma acudirá a las citas con Font de Mora con una sola voz

Los sectores representados en la Plataforma per l'Ensenyament Públic cerraron filas ayer para desbaratar la estrategia de la Generalitat de intentar ganar tiempo desde la multitudinaria manifestación por la enseñanza pública del 29 de noviembre y tratar de desactivar la huelga general del próximo miércoles en todos los colegios e institutos públicos. La Consejería de Educación ha programando reuniones "por separado" con cada uno de los actores educativos que conforman la Plataforma. Pero las confederaciones de padres y alumnos, las asociaciones profesionales de directores, la de inspectores Adide, la Federació Escola Valenciana y los tres sindicatos mayoritarios CC OO, STEPV y UGT -que formalmente han convocado al paro a los 54.000 trabajadores de la enseñanza pública el día 17- ratificaron ayer que acudirán a la reunión del lunes con el consejero Alejandro Font de Mora con "voz única". Y la reproducirán en las tres reuniones, por separado, que tendrá el consejero con padres, alumnos y sindicatos.

La Administración no ha presentado ningún documento o propuesta

"Es el consejero el que tiene en sus manos desactivar la huelga", dice Piqué

Tras la triple convocatoria del consejero de Educación, Alejandor Font de Mora, la Plataforma ha insistido en su postur unitaria. "La conclusión es que a las entrevistas del lunes iremos todos de acuerdo y de forma coordinada", resumió Gemma Piqué, vicepresidenta de la Confederación de Padres de la escuela pública Gonzalo Anaya y portavoz de la Plataforma.

"No se conoce ningún documento o propuesta negociadora" por parte de la Administración, destacaron representantes de la escuela pública. Sólo que Font de Mora pretende cerrar con una especie de "plan multilingüe" el conflicto abierto hace tres meses por el "empecinamiento" del presidente Francisco Camps en que Educación para la Ciudadanía se diera íntegramente en inglés. La decisión ha derivado en un trimestre lectivo plagado de protestas en las calles y encierros diarios en la mayoría de los 363 institutos públicos, a los que se han sumado buena parte de los colegios adscritos a ellos.

Ahora, la Plataforma considera que "la pelota está en el tejado de la Administración". "Es el consejero el que tiene en sus manos la posibilidad de llegar a un acuerdo que sirva para desconvocar la huelga", resumió Piqué.

No obstante, la Plataforma mantiene las dos condiciones que han sido el pilar básico de todas las movilizaciones: que la consejería rechace definitivamente su idea de introducir el inglés a través de Ciudadanía (puede ser a través de otras materias y dentro de un proyecto planificado de enseñanza multilingüe); y que se comprometa a "abrir una negociación" de los diez puntos del Manifiesto por la Enseñanza Pública. Se trata de un catálogo de reivindicaciones que va desde la creación de plazas públicas de Infantil a la dotación de profesores de inglés y la elaboración de un mapa escolar que prevea el crecimiento demográfico y el incremento sostenido de inmigrantes en las aulas valencianas y facilite la consiguiente eliminación paulatina de barracones.

La huelga tiene, pues, su origen en la huida hacia adelante del presidente Camps cuando, empeñado en "burlar la suspensión cautelar" dictada en julio por el Tribunal Superior de Justicia -que limita seriamente la implantación del inglés a través de Ciudadanía- decidió continuar adelante con su imposición. Y las protestas se fueron incubando a lo largo de los tres meses siguientes, a medida que Font de Mora desoía los pronunciamientos diarios de los claustros docentes y los directores, que denunciaban que "no se dan las condiciones para implantar el inglés a través de Ciudadanía" por la falta de profesores especialistas e insuficiente capacitación de los alumnos para expresar en inglés unos contenidos básicamente filosóficos y éticos.