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La víctima de Gandia murió en una casa cerca de donde fue hallada

El asesino pudo transportar el cadáver en una maleta antes de prenderle fuego

La mujer brasileña hallada muerta el pasado viernes en un parque de Gandia se llamaba Silvana Aparecido de Asís. Murió presuntamente a manos de su compañero sentimental, al que la policía seguía ayer tratando de encontrar. Se fugó tras cometer el crimen y podría haber llegado a Marruecos, su país de origen. Silvana, de 36 años, ejercía la prostitución y su pareja sentimental era, además, su proxeneta. Esos son algunos de los últimos datos que arroja la investigación policial.

La autopsia a Silvana se realizará hoy martes en el Instituto de Medicina Legal de Valencia. A partir de aquí se esclarecerá la forma de su muerte. El cuerpo fue hallado en un parque del barrio de Beniopa de Gandia. Una vecina alertó a las 9.30 de un incendio en unos matorrales, y al sofocarlo los bomberos encontraron a la víctima sin vida y parcialmente quemada. Junto a ella, un plástico y un mechero con las huellas de un hombre: su compañero sentimental, de 26 años, nacido en Marruecos. Tiene un expediente de expulsión en curso (como ella), una orden de alejamiento dictada por un juzgado de Andalucía en 2005 y dos detenciones por quebrantamiento de condena. Los días festivos dificultaron el acceso a los registros para reconstruir la hoja penal del sospechoso. Policía y comisión judicial aseguran, aunque no se puso comprobar hasta ayer, que el supuesto criminal tenía además una condena por uno de los quebrantamientos. El otro caso, en el juzgado número tres de Gandia, fue sobreseído.

La fallecida ejercía la prostitución y el agresor era su proxeneta

La policía registró el sábado por la mañana dos viviendas de Gandia, una vez tuvo clara la identificación de la víctima. Una de esas viviendas la compartía la pareja. En ella había una habitación preparada para el ejercicio de la prostitución. Todo apunta a que esa es la actividad que realizaba la mujer. La vivienda fue limpiada por el sospechoso, aunque entre las cosas que dejó estaba la foto de su boda con una ciudadana de apariencia magrebí. La policía sospecha que trasladó en una maleta el cadáver hasta el parque, donde lo arrojó, lo roció con combustible y le prendió fuego, ya que del juego de maletas hallado falta la más grande.

La vivienda está a unos 300 metros de ese punto del parque. En un primer momento, la policía también sospechó de un cliente de la mujer al que supuestamente el sospechoso del crimen sacó una importante cantidad de dinero. La policía busca por toda España al supuesto criminal y no descarta que pudiera haber llegado a Marruecos, dado que el retraso hasta la identificación de la víctima y el resultado de las huellas jugó a su favor.

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