Nathalie Mont- Servan, decana de la crítica de moda
En 1962 aparece como firma fija y exclusiva del diario 'Le Monde'
La escritora, periodista y crítica de moda Nathalie Mont-Servan murió el pasado 18 de noviembre en París, aunque la noticia no trascendió a los medios hasta hace unos días. Tenía 82 años y había nacido el 11 de febrero de 1926 en Charlottenburg, a las afueras de Berlín. Su padre, de origen ruso, fue el ex militar de carrera Ossip Pernikov, que ya había combatido en Francia con los aliados contra los alemanes en la I Guerra Mundial. Por la parte materna, su familia procedía de una aristocrática y antigua rama letona de Riga.
La cultura y saber estar de Nathalie Mont-Servan son una verdadera leyenda en el París del buen gusto y la alta costura; hablaba a la perfección cinco idiomas y adoptó el inglés después de un periodo de juventud en Nueva York del que siempre decía que se sentía deudora. En 1961 se casó con el barón Pierre Ordioni, que la puso en relación con Hubert Beuve-Méry, fundador de Le Monde. Ya en París, ejerció de corresponsal de un diario egipcio a la vez que comenzó a escribir para Time Life y se convirtió en cronista fija del grupo norteamericano Fairchild Publications, un consorcio especializado en la prensa profesional de la moda que contaba con cabeceras como Women's Wear Daily.
Yves Saint Laurent dejó de invitarla a sus desfiles por un artículo desfavorable
En 1962 ya aparece como la firma fija y exclusiva del diario Le Monde para la moda, y comienza a redactar una página fija semanal que hoy es un precioso material de hemeroteca para seguir el desarrollo de la moda francesa de aquellas décadas, verdadero cimiento de los estilos modernos. Estuvo preclara ya en 1965 con un legendario artículo titulado Boutiques et prêt-à-porter, donde señalaba: "París se descentraliza, cada día encontramos nuevas pequeñas tiendas verdaderamente elegantes en las más insospechadas esquinas de la capital", así siguió las mutaciones de la costura y la proliferación de firmas de ropa en serie. En 1966 analiza la colección de Givenchy y le entroniza como "creador del traje-saco" y elogia el talento de Balenciaga con su aporte de la "moda calipso". Para ella se trataba de dos estilistas piloto de lo que vendría después. También fue la cronista del primer hallazgo del sello Yves Saint Laurent Rive Gauche con su boutique, alertando cómo la alta costura daba paso definitivamente al alto prêt-à-porter de lujo. En 1971, también Nathalie rinde homenaje literario a una grande de la moda que muere en su suite del Ritz parisiense: Coco Chanel, y también protagonizó un sonado enfrentamiento con Saint Laurent, que la dejó de invitar a sus desfiles por una crítica desfavorable. Luego, en 1985, Yves y Nathalie hicieron las paces.
Entre sus libros están Los secretos de la cocina rusa (1976), El mundo fascinante del vino (1982) y París en fotos (1984). Su último artículo en Le Monde se publicó el 28 de febrero de 1987. Su presencia en la primera fila de los desfiles siempre será recordada por su gesto altivo, sus sombreros y sus joyas. Para su mortaja, dejó escrito que la vistieran con su chanel preferido.
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