Los 'Pimpinela' del 'indie' rock
Mark Lanegan e Isobel Campbell protagonizan el Festival Primavera Club
"Back Burner es una canción para hacer un strip tease". Así describe Isobel Campbell una de las canciones de Sunday at devil dirt, su segundo disco con Mark Lanegan. ¿Pero realmente a esta chica tan naive, que tocaba el chelo en Belle & Sebastian, se le pasan por la cabeza esas cosas? "Ésa es una imagen que no tiene nada que ver conmigo. Es mi pasado indie. ¡Soy una mujer!", responde Campbell, que va enfundada en una gabardina y lleva el pelo cardado a lo Bardot.
Campbell, a sus 31 años, no es ninguna ingenua. Hace unos seis que dejó el grupo indie escocés Belle & Sebastian. Desde entonces ha montado su propia banda (The Gentle Waves), colaborado con músicos de jazz, grabado discos de folk y por supuesto, convencido al rockero Mark Lanegan, ex líder de los héroes del grunge Screaming Trees para convertirse en su pareja artística.
"Cantar con él me hace feliz. Es como comulgar con Dios", dice la artista
En su colaboración con Lanegan digamos que Campbell se acerca más al rol dominante de Gainsbourg que al de una jadeante Birkin. Ella compone, dirige y produce. Así lo hizo en Sunday at devil dirt y en el nuevo trabajo, Keep me in mind sweetheart, que contiene temas que no entraron en el disco anterior. El proceso de creación, después del éxito inesperado del primer trabajo del par, (Ballad of the broken seas), fue "tortuoso". "Era una gran responsabilidad. Me sentaba en el estudio con un nudo en el estómago", explica frotándose los ojos y emborronando uno de los rabillos de lápiz de ojos.
Que Campbell no era solo la chica de la sección de cuerda quedó claro con la ruptura amorosa que provocó su salida de Belle & Sebastian. Isobel salía con el líder, Stuart Murdoch, escritor de canciones de probado talento que cuando todo se fue al garete en la pareja le dedicó estas líneas: "Yo necesito a alguien que se alegre de las cosas que hago / Tú, a un hombre que o sea rico o haya perdido un tornillo / Te quiero, ¿sabes? / Ésa es la ironía / Y tú vas a salir intacta de aquí / De cualquier manera, creo que nunca me quisiste / Te gustas a ti misma / y te gustan los hombres que te besan el culo / Las ropas caras" .
Lo cierto es que Lanegan no parece uno de esos "que besan el culo" de nadie. Grandullón de pasado tortuoso, pone en la pareja esa voz raspada, henchida de country y blues. Para grabar los materiales más recientes, Lanegan viajó de Los Ángeles hasta Glasgow, el hogar de Campbell: "Mark lo pasó muy bien. Fue bonito verle reír. Siempre lo intento en el escenario. Él pretende ser muy serio, no quiere que el público vea que el tipo duro sonríe".
La colaboración entre los dos artistas empezó casi por casualidad, después de que un ex novio de Campbell (otro) pusiese una de las canciones de este rockero de oscura reputación. Campbell escuchó esa voz sombría, curtida por el alcohol y los cigarrillos y supo que había encontrado compañero para su nuevo proyecto. "Los chicos malos siempre traen problemas, lo sé. Pero ¿quién puede resistirse a ellos?", bromea. En este caso, el chico malo era más manso de lo que parecía y aceptó.
Parte de la magia que emana de la pareja es la frágil base sobre la que se sustenta. Viven a los dos lados del Atlántico. Se encuentran en contadas ocasiones, siempre por trabajo. Y no comparten gustos musicales, Campbell admite que si no fuera porque tiene que aprender sobre su voz, no escucharía los trabajos de Lanegan: "Es cock rock (rock falo). Del tipo 'soy un hombre y la tengo grande'. Creo que trabajar conmigo le permite explorar su lado más suave".
El dúo actuará el 12 y el 13 de diciembre en Barcelona y Madrid respectivamente, en el festival Primavera Club, el hermano invernal del Primavera Sound. Algunos críticos musicales han señalado que aunque canten sobre la pasión desbocada, en directo se comportan como una pareja en su primera cita. "Todavía nos tanteamos", dice Campbell. "Muchos creen que acabamos de tener una bronca. Pero de esta manera me concentro, no hago tonterías. Cantar con él me hace feliz. ¡Es cómo comulgar con Dios!".
Contigo, pop y cebolla
- Los trastos que Pimpinela se tiraban a la cabeza en el escenario podrían servir como banda sonora de la vida de las muchas parejas que han compartido cama y concierto. Los componentes del dúo argentino son, al fin y al cabo, hermanos, pero otros no llevaban tan bien eso de desayunar juntos tras los espectáculos.
- Hablar de parejas turbulentas en el mundo del rock es hablar de Courtney Love y Kurt Cobain, Sonny & Cher, Ike y Tina Turner o Whitney Huston y Bobby Brown. En los tres últimos casos, ellas les denunciaron por malos tratos. Otros se juraron amor eterno y cumplieron la promesa. Como Johnny Cash y June Carter, Paul y Linda McCartney o Patti Smith y Fred Sonic Smith.
- En España dos grupos de éxito han sobrevivido a la vida marital. Tanto Eva como Juan, componentes de Amaral, y Mai Meneses y Kin Fanlo, de Nena Daconte, fueron pareja sentimental antes que artística.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.