Picasso en la puerta de casa
Sentado en un banco, con un cuaderno y un lápiz en la mano, Pablo Ruiz Picasso ha encontrado un sitio simbólico en la plaza donde nació, frente a su casa. Se lo ha dado el escultor Francisco López Hernández, que ha realizado una figura de 1,40 metros que invita a sentarse al paseante para compartir con el pintor una mirada figurada sobre la plaza en la que de niño se familiarizó con las palomas, que tan simbólicas serían después en su pintura. El escultor, exponente de la corriente neorrealista de la escuela de Madrid, donde nació en 1932, ha procurado integrar El retrato del pintor Pablo Picasso en el entorno de la plaza de La Merced, en uno de los bancos, bajo un árbol, con una mirada "ensimismada, reflexiva y quizá distraída".
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