No tenemos arreglo
Los Gobiernos y empresas están preocupados; los trabajadores, asustados. Y es que estamos metidos en un buen lío. Gobiernos, empresas y economistas están pegando palos de ciego para salir de la crisis; porque, reconozcámoslo: nadie tiene una idea clara de cómo salir del atolladero actual. Nos asusta perder el Estado de bienestar conseguido, y no estamos dispuestos ni preparados para la renuncia y austeridad que implica un retroceso en nuestra forma de vida actual.
Ahora, en este momento crítico, es cuando deberíamos plantearnos una alternativa sostenible al actual modelo de desarrollo; una alternativa más acorde con los equilibrios que la naturaleza necesita para su estabilidad.
Pero nadie se acuerda del problema medioambiental. Ahora todas las energías de Gobiernos y poderes económicos se centran en huir hacia delante, es decir: volver al desarrollo salvaje, al consumismo desbocado y, por tanto, al agotamiento y asfixia de la naturaleza y sus recursos vitales. No tenemos arreglo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.