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Fraga y Carrillo se enzarzan por Paracuellos

El ex líder del PCE recuerda que las víctimas franquistas fueron honradas

Carlos E. Cué

Manuel Fraga, senador, ex presidente de la Xunta de Galicia y ex ministro del régimen franquista, y Santiago Carrillo, ex líder del PCE, dos memorias vivas del dramático siglo XX español, sacaron ayer los fantasmas de la Guerra Civil y de la dictadura a pasear durante su intervención en el programa 59 segundos de TVE para conmemorar el 30 aniversario de la Constitución. En tono de respeto pero de profunda discrepancia, además de reflexionar sobre la vigencia de la Ley Fundamental y sobre su reforma, Carrillo y Fraga hablaron de la Ley de Memoria Histórica.

Lo que sigue resume el debate televisivo:

Manuel Fraga. La memoria histórica esta que sale (...). Recordar lo hay que recordar, como han hecho los ingleses siempre, y olvidar. Es decir, Cromwell fue de las primeras personas que le cortó la cabeza a un Rey en Europa, y después los ingleses lo pensaron mucho mejor y sigue habiendo reyes en Inglaterra y está olvidado Cromwell, el cual es respetado por otras razones. Pues bien, yo tengo que decir que la memoria histórica, en este momento, desenterrar fosas... Yo estoy con la familia de García Lorca, para entendernos. El ponernos a revolver en nuestro propio pasado después de haber tenido en el siglo pasado tres guerras carlistas, la famosa Gloriosa, el golpe famoso de Fernando VII... Volver a empezar con eso, yo desde luego no lo firmo.

Fraga: "Hay dos caras del problema. Es mejor dejar las cosas como están"
Carrillo: "La gente ha perdido ya el miedo que tenía en otras épocas"

Santiago Carrillo. No estoy de acuerdo y es normal que no estemos de acuerdo. A mí me parece que las familias de la gente que está en esas fosas tienen derecho y yo diría moralmente incluso el deber de dar sepultura cristiana o civil según sus ideas a los que están enterrados ahí, que son muchos. Y eso no se podía plantear en la transición porque hubiera roto toda posibilidad de acuerdo, pero después de 30 años de democracia, cuando han surgido nuevas generaciones, cuando la gente ha perdido ya el miedo que tenía en otras épocas, resolver esa cuestión, resolverla cuanto antes, a mí me parece una cuestión esencial. Y no comprendo cómo un hombre de hoy puede estar contra eso, porque no se trata de juzgar ahora en un tribunal las responsabilidades de los que hicieron eso. Los que hicieron eso están muertos, la mayor parte de ellos, todos, seguramente. Pero se trata de rehabilitar, de reivindicar el honor y la dignidad de gentes que están enterradas ahí y que, en general, son inocentes y no tienen por qué continuar siendo ocultadas como hasta aquí. Yo creo que es muy importante que esa cuestión se resuelva. Y yo creo que la derecha española haría un gran servicio al país y a la convivencia de los españoles, no oponiéndose a algo que me parece un derecho elemental de aquellas gentes.

M. F. Mantengo lo que dije antes. No es bueno volver sobre esos temas. Yo he visto un pueblo que es el mío, Villalba, provincia de Lugo, donde he hecho muchas cosas, donde hubo dos hombres, mi pobre padre, que en paz descanse, que fue alcalde dos veces, y un viejo militar, retirado hace mucho tiempo, que había sido militar en la guerra de Cuba y que entonces tenía el grado de coronel, al que nombraron comandante militar y allí no hubo absolutamente nada. De modo que yo celebro mucho los que impidieron que hubiera habido represalias en aquel momento. Pero las que haya habido, porque para qué vamos a hablar de Paracuellos y de otros sitios, querido don Santiago porque claro...

S. C. Si quiere hablamos...

M. F. Hay las dos caras del problema, las dos caras del problema, y usted sabe que las hay. Y es mejor dejar las cosas como están. Mirar hacia delante.

S. C. La diferencia entre las víctimas que la República pudo hacer injustamente y las que hizo el franquismo es que las que hizo la República han sido ya resueltas, resueltas porque, en cuanto triunfó el franquismo, se rehabilitó a esas víctimas, se las subió de grado, se las enterró cristianamente, fueron héroes durante 40 años en este país, mientras que las víctimas de la República pues no han sido rehabilitadas.

En otro momento del debate, Manuel Fraga aseguró respecto a la represión de la dictadura de la que fue ministro que él tiene "una hoja limpia de servicios" y Santiago Carrillo sostuvo que "en las jerarquías de la Iglesia sigue habiendo una actitud profundamente reaccionaria". "Hoy hay obispos que son intercambiables por los que hubo en la dictadura, que son iguales", concluyó.

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