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"Votaban para que no se fuera la directora"

El fiscal retira los cargos a dos de los acusados de fraude en el voto por correo

Ginés Donaire

Ayer quedó visto para sentencia en la Audiencia de Jaén el juicio contra las 24 personas acusadas de fraude en el voto por correo durante las pasadas elecciones municipales en Baeza (Jaén). De todas ellas, 21 son miembros del PP y los otros tres un médico hermano del ex alcalde popular, Javier Calvente, y la directora y la administrativa de la residencia de ancianos. El fiscal retiró los cargos para dos de los imputados: la concejala del PP Trinidad Rus, ya que el poder notarial que realizó sobre un anciano del geriátrico fue rechazado por la Junta Electoral y finalmente no se utilizó; y sobre María del Carmen Cózar, que apoderó a su abuela, cuyo testimonio no ha sido posible recabar ni en el juicio ni en la instrucción.

En sus conclusiones, el fiscal José María Casado calificó los hechos como "escandalosos" y reiteró que en los imputados hubo "dejación e incumplimiento de sus obligaciones de apoderados" lo que dio lugar a "alteración en el voto por correo". De hecho, el fiscal expuso que ninguno de los apoderados se dirigió a la residencia a conocer a los ancianos que iban a apoderar. "Se han aprovechado de su buena fe y de la disminución de las facultades", añadió Casado.

La Fiscalía concluyó que los imputados formaron parte de una trama para obtener de forma ilícita el voto de 19 ancianos de la residencia Purísima Concepción de Baeza, de titularidad municipal. A la vista del testimonio de algunos ancianos la estrategia pasaba por decir a los residentes que había que votar para que no echaran a la directora del centro, Pilar del Real, que fue sustituida después de que el PSOE ganara las elecciones municipales. "Votaban para que no se fuera la directora", dijo el fiscal en sus conclusiones. Especialmente significativo fue el testimonio de una anciana que declaró que "votaba a Felipe González y para que no se fuera la directora".

En la trama desempeñó un papel decisivo el médico Ginés Carlos Calvente, hermano del entonces alcalde, y que, según el fiscal, incurrió en un delito de falsedad por los certificados médicos expedidos "sin ni siquiera comprobar el estado de los ancianos". El letrado del facultativo, Pablo Linde, negó los hechos.

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