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Reportaje:

Cárcel para el fugitivo de Bujalance

El juez imputa a Rafael Hidalgo por delitos de asesinato y atentado

Bajó del furgón de la Guardia Civil esposado y lanzando besos a los periodistas. Así entró en los juzgados de Montoro (Córdoba) Rafael Hidalgo Castro, el sospechoso de haber matado a José Reyes, gitano de 51 años, de un disparo en la cabeza en Bujalance. A Hidalgo Castro, conocido como Rafi, la juez le imputa en esta causa los delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y atentado contra la autoridad, avanzaron fuentes cercanas al caso. Por todo ello, al terminar el interrogatorio, fue enviado a prisión preventiva a la penitenciaría de Córdoba.

Rafi, de 28 años, fue detenido el viernes por la noche en Andújar (Jaén), 19 días después de que presuntamente disparase a José Reyes en la cabeza, tras una disputa entre sus familias. En ese momento, Rafi llevaba casi tres años huido de la cárcel después de que, en febrero de 2006, no regresase de un permiso de ocho horas concedido para ver a su madre enferma. En este tiempo, según informó la Guardia Civil, ha cometido otros 25 delitos. La juez mantuvo ayer el secreto de sumario por el crimen de Bujalance.

El acusado alegó en el juzgado que la tarde de autos actuó en defensa propia, algo que siempre ha negado la familia del difunto que asegura que el prófugo disparó con total frialdad. Rafi, en cambio, dijo a la juez que el disparo se produjo en un momento en que parecía que iban a lincharle, por lo que apuntó a bulto, sin reparar en José Reyes quien, según dijo, era amigo suyo. Reyes tardó dos semanas en morir.

Además de Rafi, también declaró ayer Rafael P. M., que cuenta con antecedentes penales y que quedó en libertad tras declarar, pero imputado por encubrimiento. Rafael escondió a Rafi y a la novia de éste -un chica menor de edad, fugada de un centro de menores- en su casa de Andújar, situada en un bloque de la barriada Sector Almería, una zona conflictiva donde viven familiares de Rafi. A la salida del juzgado, Rafael P. M., contó que el día 18, Rafi llegó a su casa después de que se consiguiese zafar de la Guardia Civil, que lo había acorralado en una casa aislada en San José de Escobar. Allí detuvieron a cinco personas y hallaron un revólver del calibre 22, armas blancas y tres kilos de marihuana. Rafael P. M., explicó que el evadido, "todavía esposado", recorrió 15 kilómetros campo a través, hasta encontrar refugio en su casa.

La noche del viernes, el piso fue asaltado por efectivos del Grupo Rural de Seguridad Número 2 de la Guardia Civil, desplazados desde Sevilla. "Entraron tirando botes de humo, creo que fueron dos, que cayeron por la ventana. Yo estaba en mi cuarto y Rafi y su novia en el salón. Cuando me cogieron, me llevaron al salón y me tiraron al suelo. A la chica la habían sacado por los gases. A Rafi lo sacaron de debajo de la mesa del brasero, donde se había escondido", recordaba ayer el colega del huido. En Andújar, además, la Guardia Civil encontró un segundo revólver del 22, señalaron fuentes cercanas al caso.

El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, valoró el "buen trabajo" desarrollado por la Guardia Civil, que trabaja en la detención de esta persona desde 2007.

Rafael Hidalgo, ayer cuando era conducido a los juzgados de Montoro (Córdoba).
Rafael Hidalgo, ayer cuando era conducido a los juzgados de Montoro (Córdoba).F. J. VARGAS

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