Una transfusión de 80.000 millones frente a la recesión
La compra de activos a la banca es la decisión más costosa del Gobierno
Seguir la pista a las actuaciones del Gobierno español contra la crisis no es fácil. En las medidas que incluye en su esfuerzo por reactivar la actividad privada con dinero público, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, suma algunas iniciativas que nacieron sin relación alguna con la crisis (el cheque-bebé), otras que se forjaron al calor de la puja electoral (la desgravación de los 400 euros en el IRPF o la eliminacación del impuesto de patrimonio) y varias arrastradas de la legislatura pasada (recorte del impuesto de sociedades).
En la cascada de planes de choque anunciados en los últimos meses menudean también las reformas incluidas en el programa electoral del PSOE, cuyos efectos en el mejor de los casos se notarán a medio plazo. Y en algún caso, el parentesco con la solución de la crisis más que lejano es remoto (la creación del consejo audiovisual, por poner un ejemplo). Pero, con todo, los seis planes presentados por el presidente del Gobierno desde abril pasado suponen una movilización masiva de recursos públicos para luchar contra la recesión. Una transfusión de dinero a familias, empresas y bancos que se intensifica.
Como ha ocurrido en otros países, la intervención del Gobierno español se centró al principio en facilitar la financiación del sector privado ante el estragulamiento del crédito, bonificando tipos de interés, alargando plazos de préstamos y avalando operaciones de endeudamiento. En los últimos meses, sin embargo, predomina la intervención directa para reactivar la economía. La última muestra es el plan extraordinario de inversiones, de 11.000 millones, que sucede al requerimiento de Bruselas para inyectar en el sector privado una cifra equivalente al 1,2% del PIB.
El plan extraordinario de inversión apenas llega a cubrir la recomendación europea. Pero el Gobierno español puede esgrimir con razón que, entre recortes de impuestos, inversiones, subvenciones a parados y compras de activos financieros, las medidas anunciadas para 2008 y 2009 suman ya 80.000 millones de euros, una cifra cercana al 4% del PIB anual en ambos años.
El Gobierno ha recopilado todas sus medidas en un documento que dio en llamar "plan español para el estímulo de la economía y el empleo". Un nombre que aglutina en torno a cinco ejes medidas de calado muy diverso.
Ayudas a las familias
- Deducción de 400 euros en el IRPF (11.400 millones en dos años)
- Eliminación del impuesto de patrimonio (1.800 millones).
- Moratoria en el pago de hipoteca para parados.
- El límite para comprar casa a los titulares de cuentas ahorro-vivienda se alarga dos años.
- Adelanto de las deducciones en el IRPF a las familias con bajos ingresos.
- Se amplía en dos años el plazo para vender una casa y aprovecharse de ventajas fiscales.
Ayudas a las empresas
- Rebaja del tipo de impuesto de sociedades del 32,5% al 30% (5.300 millones).
- Sistema para agilizar las devoluciones del impuesto del IVA.
- Aumento a 10.900 millones de la financiación del ICO al fomento empresarial -
- Moratoria de un año a la devolución del principal de préstamos suscritos con el ICO -
- Ampliación a 5.000 millones de la línea ICO a la financiación de VPO. Se crea una nueva línea de 3.000 millones para promover el mercado de alquiler.
- Nuevo fondo de 10.000 millones para financiar a empresas con problemas de tesorería.
Fomento del empleo
- Plan de inversión pública estraordinara para crear 300.000 empleos (11.000 millones).
- Contratación de 1.500 orientadores para recolocar a desempleados.
- Ayudas de 350 euros a parados sin acceso as subsidio durante tres meses.
- Bonificación de 1.500 euros para la contratación de parados con cargas familiares.
- Se eleva al 60% la cantidad de la prestación de paro que se puede capitalizar para convertirse en autónomo.
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