Elorrieta reclama otro pacto de Lizarra en su despedida como líder de ELA

En un discurso más político que sindical, el que ha sido máximo responsable de ELA durante dos décadas, José Elorrieta quiso dejar marcado ayer el camino y la bandera política del sindicato para los próximos años, que pasa por recomponer un nuevo Pacto de Lizarra.

En el día de su despedida, en el marco del XII Congreso, mostró la faceta más conocida y otra menos usual. Frunció el ceño por la mañana, con ese gesto duro que muestra en sus discursos públicos, y por la tarde exhibió su versión más humana, al despedirse de los que le han acompañado durante los más de 30 años que lleva afiliado a ELA. Pero, incluso en el homenaje de sus compañeros, y cuando las emociones estuvieron a punto de jugarle una mala pasada, Elorrieta recuperó su guión y recordó los objetivos de la acción sindical y política que tienen que mover a las nuevas generaciones.

"Sois más rojos, más sindicalistas y 'abertzales', dijo a los jóvenes de ELA

Un camino que, a su juicio, pasa por sentar las bases de otro Pacto de Lizarra. Según dijo ante un Palacio de Euskalduna abarrotado de delegados e invitados, "es posible" recomponer ese horizonte civil de suma soberanista, después de analizar los fallos de la anterior experiencia, en 1998, aunque admitió que el camino será "largo".

Fallos entre los que apuntó la ruptura de la tregua de ETA y la "lucha armada", el debate sin resolver en el seno del PNV entre autonomistas y soberanistas, y la "constante exigencia del PNV de pretender resolver simultáneamente el conflicto militar y el conflicto político".

Elorrieta propuso volver a intentar una acumulación de fuerzas nacionalistas sin violencia, ni neoestatutismos, ni iniciativas unilaterales, y dando por finiquitado el discurso de la "transversalidad" que enarboló el ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y que proponía construir y avanzar a base de alianzas entre diferentes.

En ese planteamiento del sindicato mayoritario, la pieza angular es el referéndum de autodeterminación. "La consulta es un instrumento que permite materializar y dar forma concreta al derecho que los vascos tenemos para decidir el futuro", dijo Elorrieta.

Sin embargo, separó su propuesta de la del lehendakari, Juan José Ibarretxe, a quien criticó por agotar la legislatura para verificar lo evidente -"la nula voluntad del Estado en llegar a un acuerdo"- y por hacer una gestión neoliberal que no ha concitado una suma ni política ni social.

"La propuesta de ELA implica confrontar con el Estado política y socialmente", dijo un par de veces, para subrayar la importancia del mensaje frente al tibio "desafío con incoherencias" del lehendakari .

Para ELA, que sindicalmente se ha peleado con todos los agentes sociales, el enfrentamiento con Madrid es absolutamente necesario para vencer "la irreductible posición" del Estado en lo concerniente a la soberanía. Una postura que creen que no va a cambiar "si no se da un vuelco en la correlación de fuerzas sociales y políticas".

Por la tarde, y dirigiéndose a la "cuarta generación" de sindicalistas, a los más jóvenes que han tomado gran parte del control del sindicato, les dejó claro que ese es el único camino para una organización "política desde el primer día como ELA". "Vosotros sois más sindicalistas, más rojos y más abertzales", les dijo, "y por eso se os va a exigir más".