Touriño se declara "en guerra contra la crisis"

La crisis volvió ayer a monopolizar el debate político en el Parlamento, esta vez durante la sesión de control al presidente. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, convirtió una iniciativa general sobre la crisis en una pregunta acerca de las consecuencias para el sector lácteo gallego de la reforma de la política agraria común. En ella volvió a denuncia la falta de "higiene democrática" que en su opinión supone la decisión de la Xunta de contratar a 2.000 parados para tareas de limpieza en ríos, montes y carreteras coincidiendo con la campaña electoral. Feijóo propuso que, en vez de gastar casi 20 millones en la "limpieza electoral de las cunetas", el Gobierno dedique ese dinero a ayudar al sector lácteo, cuya situación describió en términos muy sombríos.

El presidente de la Xunta le respondió acusándole de hacer sólo demagogia y opuso como ejemplo las 6.000 personas que deben ser dadas de alta como cuidadores en aplicación de la Ley de Dependencia. "¿Qué quiere? ¿Que no se haga porque hay elecciones?". Lo que le preocupa al líder del PP, acusó Emilio Pérez Touriño, es que el Gobierno se ocupe del paro. "Le pasa como en aquel chiste de Gila, que llamaba preguntando si podían aplazar la guerra porque vienen las elecciones. Pues no: estamos en guerra contra la crisis", remachó el presidente, y mientras tanto la oposición sigue sin hacer propuestas. "Hace trampa hasta en el solitario", concluyó.

10.000 millones

En la misma sesión, pero en respuesta a una pregunta del portavoz nacionalista, Carlos Aymerich, Touriño evaluó en 10.000 millones de euros el valor económico para Galicia del conjunto de medidas aprobadas por el Gobierno central para hacer frente a la crisis económica, incluyendo en el cómputo desde las decisiones que afectan a los impuestos a la movilización de crédito para las empresas.

El BNG, explicó Aymerich, está "orgulloso" de la forma en que la Xunta está encarando la crisis porque se centra en los problemas de los ciudadanos y no en las cuentas de resultados de los bancos. Pero no oculta su "preocupación" por la actitud del Gobierno central. Galicia, reclamó, debe tener más protagonismo en la reforma de la política agraria común, apoyar la vuelta de los astilleros públicos a la construcción naval y pedir que se reconsidere la liberalización de las tarifas eléctricas.