La tarde más sencilla para el Racing

El Racing se encontró con la tarde más sencilla de lo que lleva de temporada. Le bastó aprovechar la fragilidad defensiva del Espanyol, que precisa una cirugía general con carácter de urgencia. Munitis condujo a un equipo que cada día se siente más cómodo con el ideario de Muñiz. Ayer marcó los mismos goles que había conseguido en El Sardinero en cinco partidos de Liga.

El técnico asturiano, olvidada la tesis de las rotaciones que confundió a jugadores y aficionados, se ha abonado a un sistema en el que prevalece la identidad del futbolista. Es decir, cada jugador se dedica a hacer lo que mejor sabe. Ayer, los pilares fueron la pillería de Munitis, la astucia de Pereira y la sobriedad de Marcano. De todas maneras, para allanar el camino estaba Kameni. El meta del Espanyol falló con estrépito, sobre todo en el primer gol. No acertó a despejar un balón alto tras el saque de una falta y de la concesión sacó tajada Marcano.

Con el Espanyol todavía sesteando, Serrano transformó en gol un arranque de Munitis por la banda derecha. De esas dos jugadas quedó la imagen de un Espanyol lánguido, con nula convicción. No obstante, Toño salvó al Racing de una triple ocasión del conjunto blanquiazul al borde del descanso. Tamudo, Ángel y Lacruz probaron, sin suerte, al meta del Racing.

El Espanyol salió con otra pinta del descanso, pero el Racing volvió a golpear primero. Pereira recibió un magnífico pase de Munitis y encaró a Kameni. Con un quiebro de cintura dejó en el suelo al camerunés y marcó el tercero sin oposición.

El Espanyol, que ha recibido siete goles en los dos últimos encuentros, sufrió de forma constante en la defensa, lo que pudo dar al Racing algún gol más. Pero se reservó fuerzas para el choque del jueves en París ante el PSG. El Espanyol sigue resintiéndose del mal momento de Tamudo y Luis García.