Unas monedas incriminan a los ladrones de Moreno

Los ocho acusados de cometer robos en casas y traficar con droga detenidos el viernes pasado por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía se enfrentan a una nueva imputación. El ventrílocuo, productor y artista José Luis Moreno ha identificado entre los objetos recuperados unas monedas que le pertenecían, según fuentes de la investigación. De esta forma se confirman las tesis que desde el primer momento apuntaban a que eran estos albanokosovares los que apalearon y robaron al famoso artista.

La Guardia Civil ha mostrado a José Luis Moreno los numerosos objetos que ha recuperado en los registros de los domicilios de los supuestos ladrones. El productor reconoció unas monedas conmemorativas de los Juegos Olímpicos celebrados en Moscú en 1980. Son unas piezas muy raras que tienen un alto valor sentimental para Moreno.

La Guardia Civil ha mandado un oficio con esta identificación a la titular del juzgado de Majadahonda para que también sean imputados por este nuevo caso. Los investigadores han esclarecido con su detención unos 25 robos en viviendas unifamiliares de la región. También se les imputará un delito de tráfico de drogas, ya que los agentes descubrieron unos tres kilos de cocaína de gran pureza en las viviendas, además de varias papelinas.

La juez de Majadahonda decretó el ingreso en prisión de todos los detenidos, según fuentes judiciales. Están en prisión desde el lunes dada la gravedad de los delitos que cometieron y el alto riesgo de que puedan fugarse en caso de pisar de nuevo la calle.

El número de delitos a los que se pueden enfrentar los detenidos puede aumentar en las próximas semanas. La policía está recibiendo llamadas de personas que han pedido ver el material recuperado, en especial las joyas, para ver si son de su propiedad.

La desarticulación de este grupo se produjo tras seis meses de investigaciones y seguimientos. Los agentes tuvieron grandes dificultades para identificar a los integrantes, dado que el grupo adoptaba grandes medidas de seguridad. Cambiaban continuamente de teléfonos móviles y de vehículos. El supuesto cabecilla del grupo, Astrit Bushi, era buscado en su país por dos delitos de asesinato.