Adolfo Domínguez invierte 20 millones en Val da Rabeda para crear 160 empleos
El diseñador pretende "igualar, no superar," el urbanismo de Quintana en Allariz
"La belleza es rentable". El diseñador y empresario Adolfo Domínguez acuñó ayer otro aforismo para explicar el proyecto que le ha llevado "en momentos tan turbulentos" a comprar un millón de metros cuadrados en el parque industrial de Val da Rabeda para trasladar allí todas sus naves de logística, talleres y departamentos de I+D.
Flanqueado por la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, y el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, impulsores del macropolígono industrial que ocupará cuatro millones de metros cuadrados, Domínguez detalló la filosofía de su "modélica intervención". "Quiero adaptar la arquitectura al terreno, no talar un solo árbol y hacerlo igual de bien, no mejor, que Anxo Quintana y sus sucesores en Allariz", anunció Domínguez, desde la "credibilidad" que le otorga "no tener fama de nacionalista". El empresario evitó concretar plazos para este ambicioso proyecto. Se limitó a decir que se hará poco a poco con sus "propios medios" y aventuró que "en diez años o antes" todos sus talleres y naves estarán concentrados en ese bosque.
El vicepresidente enmarca el proyecto en la "economía con raíces"
Domínguez glosó la eficacia del ala nacionalista del bipartito: "Fueron ellos, Quintana y Táboas, los que hicieron posible este proyecto que empecé a negociar hace muchos años con la Administración anterior y que ahora será posible y se convertirá en un acontecimiento en la historia de la arquitectura industrial en Galicia". Y si Allariz es el modelo, el diseñador, en una larga disquisición sobre "la defensa del medio ambiente, el paisaje y el respeto a la tierra", evidenció el ejemplo de lo que no hay que hacer en urbanismo. "Vigo es un terreno paradisíaco, extraordinario, pero son brutos claramente e hicieron una ciudad sin preocupación por el medio en el que está".
El empresario pidió, casi al instante, que no se utilizase la frase para hacer titulares, y se interpretase que lo que pretendía decir es que "Vigo podría ser Venecia" y abundar en su idea de que "la belleza es rentable a largo plazo". Fue precisamente la conselleira de Vivenda quien detalló los planes de negocio de Adolfo Domínguez, SA en Val da Rabeda con una inversión de 20 millones de euros para crear 160 puestos de trabajo directos y establecer allí su línea de producción textil y para el hogar.
La Xunta contribuye con otros 21 millones de euros para sufragar las infraestructuras y servicios comunes del parque empresarial.
Quintana enmarcó esta iniciativa empresarial como "ejemplo claro de la economía con raíces" que propugna Vicepresidencia. Y agradeció a Adolfo Dominguez que en tiempos donde se incrementa el riesgo de las deslocalizaciones industriales, haya decidido "unificar las líneas de diseño y producción de la marca Adolfo Domínguez en el territorio para desde aquí conquistar el mundo".
El vicepresidente subrayó que en estos cuatro años se han gestionado 16 millones de metros cuadrados de suelo industrial, más que en las cuatro legislaturas anteriores. Pero precisó que tan importante como el cúanto es el dónde, dado que el anterior ejecutivo "se planificaban polígonos empresariales en lugares donde no existía demanda". El número dos del Gobierno gallego aguardó que cunda el ejemplo y la firma textil orensana actúe como fuerza tractora para que otras empresas se ubiquen también en Val da Rabeda, cuyo parque se comenzará a urbanizar ya en 2009. Y apeló a su condición de orensano y a la del propio Adolfo Domínguez para insistir en que Vicepresidencia tiene un plan para la provincia basado en el principio de llorar menos y actuar más a fin de buscar sinergias con Vigo y actuar como puente entre Portugal y la Meseta.
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