18 meses para "refundar" una fuerza política en crisis
Antes de zambullirse en el mar de los pactos (finalmente seco) sobre la nueva dirección, los 790 delegados de IU se pasaron la mañana de ayer debatiendo resoluciones. La principal: la que pretende ser hoja de ruta para la "refundación" de una fuerza política que está en crisis "política, orgánica y electoral". El texto, aprobado con un 79% de respaldo, fija un plazo para ese proceso: 18 meses. En el primer semestre de 2010 deberá celebrarse una Asamblea Constituyente que saque a IU "de su ensimismamiento" (sin tocar la dirección). El cambio podría incluir nuevas siglas, y con el programa y la imagen renovados se iría a las elecciones municipales de 2011.
"IU ha de cambiar, porque ha llegado al fin de una etapa política", reza la resolución. Se trata de "volver a hacer creíble" el proyecto que nació en 1986. "No debemos pensar en qué hacer para que los que son como nosotros vengan a nosotros, sino preocuparnos de cómo hacer para llegar a ellos". La refundación "no va a significar la migración a otro espacio político", pero sí pretende reconquistar al "conjunto de personas y organizaciones que se reclaman de la izquierda anticapitalista y alternativa".
Movilización social
¿Cómo lograrlo? Con una "convocatoria abierta" que llegue a todos: "Desde la sensibilidad comunista hasta la socialdemocracia de izquierdas, pasando por el republicanismo, el ecologismo, el feminismo y el pacifismo". Y aprovechando el descontento social por la crisis económica. "Hemos de impulsar la movilización social, llevar de nuevo la política a los centros de trabajo", prosigue el texto. "Nada cambiará si sólo cambian las palabras".
En cuanto a lo que debe ofrecer esa "nueva IU", las recetas no son aparentemente muy distintas a lo que IU lleva ofreciendo dos décadas: una "izquierda anticapitalista", "democracia radical", "federalismo", una "organización republicana" -pelear por la III República "sin caer en estridencias gratuitas"-, una IU "joven", "renovada" y, definitivamente, "útil". Democracia hacia fuera y hacia dentro: hay que apostar por unas "finanzas claras" y unos "censos transparentes", algo que, se da por hecho, ahora no existe. "Nuestra pluralidad es una riqueza. Está en nuestro ADN. Pero debemos gestionarla de otra manera, porque no somos un partido político", subraya el documento.
La asamblea aprobó otras 19 resoluciones, entre ellas, a favor de la muerte digna, en contra de los acuerdos con la Iglesia católica y de la privatización de la sanidad, en apoyo al juez Baltasar Garzón y en solidaridad con el escritor Luis García Montero, condenado por insultar a un colega de la Universidad de Granada.
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