Llorente hunde aún más a Osasuna
El Athletic gana con dos chispazos y el equipo navarro es el menos goleador en 14 años
Athletic y Osasuna tienen poquito que mostrar. Suele ocurrir cuando vives en los sótanos de la clasificación. Pero siempre hay alguna estancia que enseñar a los invitados. El Athletic, por ejemplo, tiene a Fernando Llorente. Quizás nunca llegue a ser el gran goleador que muchos se empeñan en ver en él, ofuscados por su impresionante físico de delantero a la vieja usanza. Quizás no llegue a serlo, pero sí será un buen jugador, quién sabe si un gran jugador. Para eso lo ha invitado Del Bosque al amistoso de la selección española contra Chile, para ver hasta dónde puede llegar, fuera del Athletic, un muchachote de esa envergadura. En el Athletic está claro: a ser el referente, el poste y el salvador de cada partido. A ser casi, casi, la única alternativa, el peaje del gol.
ATHLETIC 2 - OSASUNA 0
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ocio, Ustaritz (Etxeita, m. 32), Balenziaga; Susaeta, Orbaiz, Javi Martínez, David López; Garmendia (Etxeberria, m. 56) y Llorente. No utilizados: Armando; Gurpegui, Yeste, Gabilondo e Ion Vélez.
Osasuna: Roberto; Azpilicueta, Miguel Flaño, Cruchaga, Oier; Vadocz, Nekounam; Juanfran (Sola, m. 60), Masoud, Esparza (Ezquerro, m. 60); y Pandiani (Portillo, m. 80). No utilizados: Ricardo; J. Flaño, Tiago Gomez y Sunny.
Goles: 1-0. M. 15. Garmendia.. 2-0. M. 88. Llorente, casi de espaldas.
Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Nekounam, Esparza, Garmendia, Pandiani, Orbaiz, Balenziaga y Masoud.
Unos 35.000 espectadores en San Mamés.
Los centrales menos avezados se empeñan en apresarlo por las alturas cuando la dinamita la tiene en los pies. En dos acciones no sólo ganó el partido (la primera la remachó Garmendia), sino que elevó la autoestima de un equipo asustado. Al principio y al final, como los buenos cazadores.
Osasuna tiene a Masoud, un iraní con una técnica envidiable, habilidoso como pocos jugadores en la Liga española, al que el Athletic cosió a faltas y faltitas y, al final, él fue el amonestado por protestar. Cosas de los arbitrajes. Pero Masoud no tiene gol. Ni jugando por dentro, como al principio, ni por fuera, como al final. Y tiene poquito más el equipo de Camacho, que sigue sin ganar en la Liga, que sigue con tres goles en 11 partidos, que sigue siendo colista, el equipo de Primera menos goleador a estas alturas desde el Logroñés en 1994, y que sigue demostrando que necesita no un central (por la lesión de Roversio), sino una legión de centrales que al menos hagan su trabajo de forma aseada.
Más allá de Masoud hay poca vida en Osasuna, que apenas tuvo una ocasión de Portillo muy al final. Correr, el equipo de Camacho corre, pero eso es poco argumento ante un Athletic que en esa faceta no se arruga.
Acosado por las lesiones, el equipo navarro advierte un tortuoso futuro. Se defiende poco y ataca casi nada. El Equipo no ha cambiado con la llegada de Camacho: mismas virtudes y los mismos errores Se entrega, sí, pero ayer acabó entregado a la inteligencia de Llorente, con olfato de killer. Cruchaga, a punto de cumplir 35 años, se tragó el engaño como un aprendiz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.