Voces por descubrir

Los cantantes procedentes de Corea del Sur vuelven a ser el grupo más numeroso entre las 121 personas, de 26 nacionalidades, que desde ayer compiten en el Concurso Internacional de Canto de Bilbao. Y las sopranos, mayoría absoluta. La Sociedad Filarmónica acoge las tres jornadas de eliminatorias de la 12ª edición del certamen, con 21 participantes menos que en el último concurso, celebrado en 2006, descenso que la organización atribuye a la crisis económica. El próximo día 22 se celebrará en el Teatro Arriaga la final con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS).

Los participantes, en buena parte con experiencia en los concursos, irán desfilando por el escenario con todas sus fuerzas puestas en dar lo mejor de sus voces y contener los nervios.

Los ganadores se elegirán en la final del próximo 22 de noviembre

El director artístico del certamen, el barítono Santos Ariño, asegura que los concursantes que acuden a Bilbao no responden a un perfil concreto: "Tienen en común que les gusta cantar, una gran vocación". La presencia masiva de cantantes de Corea del Sur -44 concursantes procedentes de un país de 48 millones de habitantes- sólo se explica por su capacidad económica. "Todos los concursos están llenos de coreanos. Comenzaron a escuchar ópera italiana hace 20 años y empezaron a surgir voces que al principio imitaban lo que oían. Ahora muchos profesores europeos son contratados por escuelas coreanas, y muchos estudiantes de canto acuden a Europa, para seguir su formación en Italia o Alemania", explica Ariño.

Junto a los 44 coreanos competirán 18 españoles, 11 rusos, seis chinos, ocho ucranianos, cinco georgianos y cinco italianos, y representaciones más reducidas de cantantes de Argentina, Austria, Armenia, Grecia, Israel, Portugal o Venezuela, entre otros países.

Ariño cree que parte del éxito del certamen radica en responder a la sensibilidad de su entorno, con un jurado que comparta con el público el gusto por la escuela italiana de canto. El jurado elegirá a los ganadores de los tres premios tanto en voces femeninas como masculinas (dotados con 7.200, 4.500 y 3.000 euros, respectivamente). Además, el público y la crítica votan sendos premios y los concursantes pueden ser seleccionados para distintas actuaciones, entre ellas un contrato para cantar una ópera de la ABAO.

Ariño calcula que al menos el 10% de los participantes cuenta con voces válidas para una carrera profesional, pero muchos participantes son, en su opinión, víctimas de la falta de preparación. "Empiezan a cantar sin estar listos, con un título que no supone suficiente formación vocal", defiende. "Los agentes mandan mucho y presionan a los cantantes, que no están bien asesorados para elegir las obras para ir asentando una carrera". ¿Ayudan los concursos a encontrar el camino profesional? Ariño responde que sirven para que los participantes se midan con otros cantantes en un contexto internacional. "No es sólo ganar, sino ser capaces de competir", dice. "Y debemos hacer un seguimiento y apoyar a los premiados".