El difícil puzzle de Chiclana

Cuando ya no hay nada que perder no importa enseñar los trapos sucios. El todavía alcalde de Chiclana (Cádiz), Ernesto Marín (PP) ha revelado estos últimos días que la que fue su socia de gobierno, María Ángeles Polanco, del PSA, ponía el manos libre de su móvil cuando el socialista José María Román la llamaba para convencerla de que podían gobernar juntos. Polanco se mofaba de Román. El aún regidor local ha hecho pública la trastienda política cuando ha visto iniciarse la cuenta atrás para su marcha del despacho principal del Consistorio. José María Román volverá a ser, si nada lo evita en esta semana, alcalde el próximo 22 de noviembre tras cerrar un trabajado pacto con una edil de IU, Nadine Fernández, y la concejal del PSA. El socialista argumenta que es un acuerdo coherente en lo ideológico aunque para gobernar tenga que hacerlo con quienes hace muy poco le criticaban y supuestamente se reían de él.

El mandato del PP deja el doble de parados en sólo un año en la localidad

Las piezas del puzzle de la gobernabilidad en Chiclana se han movido mucho desde que el PSOE no revalidara su mayoría absoluta el 27 de mayo de 2007. PP, IU, PA y PSA unieron sus 14 concejales para poner fin a una era. Nunca el PSOE había dejado de gobernar en este municipio. El histórico cambio anunció nuevo talante y libertad. La inicial ilusión del cuatripartito se apagó a los pocos meses.

El primero en marcharse fue el edil de Deportes, Andrés Díaz, de IU. Adujo motivos personales aunque luego trascendió que vivía en una casa ilegal. Entregó su acta. La siguiente baja la protagonizó en julio de este año otra concejala de IU, Nadine Fernández. Su grupo municipal la apartó por pérdida de confianza, aunque después también se supo que su pareja había realizado obras sin licencia en su vivienda. Fernández se aferró al sillón municipal.

La posterior declaración de la comisión nacional antitransfuguismo, que tachó de tránsfugas al alcalde y a los tres concejales de IU, cuyo expediente de expulsión sigue todavía sin cerrarse, sentenció el cuatripartito. Fue la excusa perfecta para que después del verano la concejala del PSA, María Ángeles Polanco, reuniera a su asamblea local y aprobara su salida del gobierno y su apoyo a un nuevo tripartito con el PSOE y Nadine Fernández, respaldada ya por la dirección provincial y regional de su partido.

Román volverá a la alcaldía aunque su regreso estuvo en el aire. Su partido estaba dispuesto a sacrificarle si IU y PSA hubiesen condicionado su apoyo a la moción de censura a la marcha del anterior alcalde, blanco de sus críticas en anteriores etapas. Eso habría supuesto un cisma interno en el PSOE chiclanero y gaditano que hubiese hecho inviable el cambio en Chiclana. IU se quedará con áreas amables como Cultura y Participación Ciudadana. El PSA, con el sabroso plato de Fomento y Turismo.

Marín defiende que se marchará con una ciudad mejor de la que se encontró cuando llegó, aunque los datos le desmienten El mandato del PP deja casi el doble de parados, de 4.603 de junio de 2007 a los 8.074 de octubre de este año. El todavía alcalde se queja del escaso apoyo y del desbarajuste dejado por los socialistas. También acusa a los que fueron sus socios de engañarle. Le prometieron que nunca pactarían con el PSOE. Dice que se consuela porque se va con las manos limpias. El secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, le ha dado la razón. "Como no va tener las manos limpias, si no ha hecho nada en este tiempo".