Des-almados
Hoy vengo con un pequeño cementerio de palabras casi difuntas o, al menos, gravemente enfermas. Pero, ¿es que hablar de "virtud", "vicio", "pecado" o "alma" es un tema de actualidad, un tema para un artículo de prensa? ¿Y por qué no? Sería muy triste que en esta plaza pública sólo tratáramos de temas urgidos por la visibilidad mediática del "aquí y ahora".
Es fascinante constatar cómo algunas palabras, que durante siglos o milenios han tenido un protagonismo determinante en la mentalidad popular, se van deshaciendo como azucarillos en los nuevos tiempos, cómo van adquiriendo el olor y el color de los objetos antiguos, ligeramente amarillentos, anacrónicos. No es que no pervivan algunos de sus usos en el habla cotidiana, pero son generalmente usos anecdóticos, irrisorios. Hoy el "virtuoso" suele ser un individuo que toca maravillosamente el violín, no tanto el que es prudente, generoso o sabio. Mientras que el "vicio" es una falta pequeñita, restringida básicamente al consumo de drogas, tabaco o alcohol, no a la intemperancia, la avaricia o la desidia.
¿Ya no sabemos designar lo que durante tantos siglos se han llamado "virtudes" y "vicios"?
Pero, entonces, ¿es que ya no sabemos designar lo que durante tantos siglos se han llamado "virtudes" y "vicios"? Sí, claro, pero ya no se le pregunta a un joven, por ejemplo, "qué virtudes deberían adornar" a su pareja ideal, sino "qué cualidades" busca en ella. Ése es un claro ejemplo de la psicologización de la moral, tendencia general hoy en día: se habla de "carácter", de "personalidad", de "cualidades positivas", no tanto de "la moral" de una persona, de sus "virtudes" o de su "alma". Por supuesto, tampoco se habla de sus "pecados". Esa noción, espina dorsal absoluta de los dos milenios de Cristiandad que nos han precedido, ha desaparecido con una rapidez asombrosa: ni siquiera los propios sacerdotes se atreven ya a nombrarla apenas.
Pero de todos los términos que componen este pequeño cementerio, tal vez el más impactante sea el de "alma". ¿Se imaginan preguntarle a alguien "¿cómo estás? ¿Cómo está tu alma?" Se quedaría a cuadros, o le tomaría por un loco romántico. La neuróloga Laura Bossi acaba de publicar un apasionante libro (Historia natural del alma, Antonio Machado Libros) donde explora con agudeza detectivesca cómo se ha producido el ocaso del "alma" y qué efectos conlleva. Lo cierto es que los poetas y los escritores ya no la mencionan apenas, los psicoanalistas ni nombran lo que fue su objeto de estudio, y para los filósofos es ya historia. Incluso los teólogos parecen molestos con la palabra; de hecho, hay diccionarios de teología cristiana donde ni siquiera está recogida.
Ah, ¿y cómo se llama entonces al "alma" ahora? Pues depende: "psique", "mente", "conciencia"; también "vida", pues es lo que distingue lo animado de lo inanimado; también "centro de identidad", "autoidentidad", etcétera. Un montón de nociones dispersas, en fin, sin un único término que las aglutine. Y de la inmortalidad, ni hablamos, claro. Antes el alma era aquello que había que salvar de la quema (del cuerpo); ahora -Bossi lo enuncia sin circunloquios-, "hemos ganado algunos años de vida, pero hemos perdido la inmortalidad".
Probablemente, ni esta última pérdida ni las demás son grandes pérdidas. Al fin y al cabo, suspiramos menos por la vida eterna porque hemos aprendido a hacer más habitable ésta. Y, sin embargo, ¿no sienten a veces como un vacío, un desasosiego en el cuerpo?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El cambio radical de Sophie Alisch, de boxeadora invencible a ciclista profesional: “Voy a demostrar que no me he equivocado”
Francia llora la muerte de Brigitte Bardot, la ‘Marianne’ animalista
Las 10 mejores películas de Brigitte Bardot: de ‘Y Dios creó a la mujer’ a ‘La verdad’ y ‘¡Viva María!’
Parecen inocentadas: las 10 noticias reales más surrealistas de la última década
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo




























































