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El pulso por Valencia emponzoña el congreso provincial socialista

La disputa de Alarte y Romeu por la capital influye en que el congreso fracase

El pulso por el control de la ciudad de Valencia -que deberá de renovar en enero su dirección- afloró el sábado en el primer congreso del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia y consiguió emponzoñarlo. Las negociaciones entre la dirección de Jorge Alarte y el diputado Francesc Signes, referente en Valencia del grupo afín a Joaquim Puig y Francesc Romeu, saltaron por los aires el sábado por la tarde por la negativa de Alarte a que el director de la fundación Jaime Vera tuviese dos dirigentes afines en la ejecutiva provincial que lidera la alcaldesa de Quart, Carmen Martínez.

El entorno de Puig y Romeu insistía ayer, 24 horas después del polémico cónclave, que la dirección había medio aceptado en la Ejecutiva a dos personas de Romeu, y el entorno de Alarte asegura que el secretario general no aceptaba que éste estuviese presente en la dirección provincial. La distancia entre ambos socialistas, amplia durante y después del congreso nacional del que salió vencedor el alcalde de Alaquàs, se agrandó cuando Romeu dijo hace dos semanas que pugnaría por la dirección de Valencia ciudad. La capital, plaza electoral perdida por los socialistas en 1991 -se perdió cuatro años antes que la Generalitat- ha sido y es un quebradero de cabeza para la dirección nacional desde el punto de vista orgánico. Las discrepancias entre la ejecutiva local y la nacional ha sido de siempre pública y notoria.

"La única vía posible para el partido es la integración", dice Joaquim Puig
Alarte echó un pulso para aislar a Francesc Romeu y lo perdió

Y la bronca amenaza con reeditarse porque los planes de Alarte y Romeu en relación a la ciudad no coinciden. Por este motivo, el secretario general del PSPV le echó un pulso el pasado sábado al sector de Puig, con el objetivo de aislar en lo posible a Romeu y por poco lo consiguió, porque el lermismo más moderado no quería guerra y aceptaba el tercio de representación en la ejecutiva. Sin embargo, el interés por Valencia de otro sector del lermismo encabezado por Vicent Sarrià, de la Federación de Servicios Públicos (FSP-UGT), con peso en el partido, y del propio Romeu, hizo que aguantasen. El resultado ya se conoce: la ejecutiva de integración que se muñía desde hacía días pasó a la historia y Carmen Martínez, arropada por Alarte, presentó una propia. Si Martínez salió elegida por un 92% de los delegados, su ejecutiva contó con el apoyo de algo más de la mitad del congreso. "La gente nos necesita y no vamos a consentir los métodos de siempre para hacer lo de siempre. No pasa nada por que sean las doce de la noche [del sábado], habría sido peor que fuera esa hora y el cambio en el partido hubiera dado un paso atrás", dijo Alarte en el discurso de clausura del congreso.

Desde Blanquerías matizaron que, si Alarte se mostró dispuesto en algún momento a mirar hacia otro lado e integrar a Romeu, la oportunidad se esfumó el propio sábado con la actuación de algunos de sus delegados afines en el congreso. Primero, con la presentación de un escrito a la mesa contra la instrucción de Zapatero de no bloquear los presupuestos públicos en las instituciones del PP, y después en las comisiones donde se debatieron los estatutos y la declaración política, donde la bronca se enconó. "La actitud frontista y de exclusión de Alarte ha reforzado mis intenciones y las de mi grupo", exponía ayer Romeu en un comunicado en alusión a su candidatura a la secretaría general de Valencia.

"Se ha cerrado de la peor manera posible para los intereses del partido", reconoció ayer Francesc Signes, afín a Puig y virtual presidente del partido en la provincia si hubiera prosperado la lista de integración. "En cualquier caso, felicitar a Carmen Martínez y dejar claro que vamos a colaborar con la dirección y ayudaremos en todo lo posible a que Alarte gane el gobierno de la Generalitat", precisó.

Joaquim Puig, cabeza visible del bloque Nou Socialisme Valencià, recordó que la única vía posible para el partido es la integración. "Mi opinión es que éste no es el camino, pero una mala decisión [dijo en alusión a Alarte] no puede degenerar en un terremoto de malas decisiones", apuntó Puig.

"La división les favorece", sostenían en el entorno de Alarte. "La lucha por Valencia sería más incómoda para Romeu si del congreso provincial sale una dirección de consenso".

Una dirección sin concesiones

- La Comisión Ejecutiva del PSPV-PSOE en la provincia de Valencia. No hubo lista de integración con el sector de Joaquim Puig y Francesc Romeu. Es un equipo de 33 personas afines a Jorge Alarte y compuesto por: Francisco Salt (presidente), Carmen Martínez (secretaria general), Rafael Rubio (vicesecretario), Rafael García (Organización), Bartolomé Nofuentes (Acción Electoral), Carlos González Treviño (Ideas y Programas), Eva Sanz (Política Municipal), Anaïs García (Igualdad), Xavier Arnal (Empleo, Turismo y Comercio), Teresa Prieto (Bienestar Social) Isabel Castelló (Innovación y Nuevas Tecnologías), Mª Ángeles Lorente (ONG y Movimientos Sociales), Tatiana Fargallo (Educación y Cultura), Ricardo Campos (Sanidad), Raúl Pardos (Desarrollo Rural), Consuelo Orias (Integración), Cassià Martorell (Medio Ambiente), José Luis de la Piedad (Infraestructuras y Vivienda), Josep Soriano (Área Metropolitana) y otros 14 vocales más.

- El Comité Provincial de Valencia. Compuesto por 25 miembros (y tres suplentes) es el máximo órgano entre congresos. Aquí se respetó el acuerdo alcanzado días antes entre los dos sectores del PSPV-PSOE en liza. Un 60% de sus miembros -25 en total)- se alinean con Alarte y Martínez y el 40% restante representa a Puig-Romeu.

- Comité Nacional. La provincia de Valencia nombra 57 miembros, alineados en un 65% con Alarte y en un 35% con Puig-Romeu. Al igual que el anterior, se pactó con el sector crítico con Alarte. Entre sus miembros están la portavoz municipal de Valencia Carmen Alborch, los diputados Francesc Signes y José Camarasa, los alcaldes Emilio Muñoz (Alfafar), José Manuel Orengo (Gandia), Francesc Baixauli (Silla), Ramón Marí (Albal), Vicenta Lloris (afín a Romeu) o Vicent Garcés, de Izquierda Socialista.

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