Sin fecha de boda a la vista
La crisis de la aviación retrasa la fusión entre British Airways e Iberia
Parece que British Airways e Iberia van a seguir prometidas mucho tiempo. Aunque acordaron fusionarse hace tres meses, ni siquiera están cerca de ponerle fecha a la boda. Y mejor así, porque llegar a un acuerdo sobre las proporciones de la fusión sería difícil en medio de la crisis de la aviación, y el esfuerzo sería una distracción mal recibida por ambas partes.
BA, en particular, tiene bastante que hacer para cumplir su esperanza de acabar el año sin pérdidas. Es cierto que los precios de los billetes, o los beneficios, se mantienen sorprendentemente bien. Aumentaban un impresionante 14% en el segundo trimestre gracias a la fortaleza del dólar.
Pero el futuro inmediato parece más difícil. El tráfico de primera clase, que supone el grueso de los beneficios de la empresa, caía en octubre un 9%. Será difícil subir los precios de los billetes en esta situación. Por otra parte, la cuenta de combustible seguirá elevada este año debido a pasadas coberturas contra cambios de precios y a la subida del dólar.
BA ya está reduciendo el 35% de sus directivos. Probablemente tendrá que hacer más. Al igual que Iberia, tendrá que tomar decisiones más duras sobre el recorte de rutas no rentables y de gastos en bienes de capital.
Hay otras razones por las que negociar una fusión en este entorno es delicado. La drástica caída de las Bolsas ha provocado un déficit de 1.840 millones de euros en el fondo de pensiones de BA, casi tan grande como la actual capitalización bursátil de la aerolínea. Las consecuencias de esta gran cifra para futuras aportaciones de efectivo no están claras, pero la duda no permite saber muy bien cuánto vale BA.
Una fusión con los precios bursátiles actuales daría a Iberia aproximadamente el 55% de la empresa combinada, frente al porcentaje del 30%-35% calculado cuando se hacía pública la intención de fusionarse, a finales de julio. Esa proporción quizá agradase a los accionistas de Iberia, dada la posible deuda de pensiones, pero es muy improbable que BA la aceptase.
Por supuesto, se corre el riesgo de que si la pareja tarda mucho en casarse la relación pudiera languidecer. Pero las participaciones de capital recíprocas limitan las posibilidades de que cualquiera de las dos empresas se descarríe. La espera por la estabilidad da a ambas partes la posibilidad de mejorar sus operaciones, y a BA la oportunidad de conseguir mejores condiciones cuando al final se firme el acuerdo. -
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