Cambiar el mundo

Nos dicen los pesimistas que no seamos ingenuos, que emocionarse con la elección de Obama es creer ciegamente que a partir de ahora va a cambiar el mundo. Se equivocan: el mundo ya ha cambiado. Eso es lo que nos emociona. Obama no va a cambiar el mundo, o sí, pero lo importante es que una aplastante mayoría de americanos apoyados por una oleada de ciudadanos en todo el mundo quieren que se acabe la era de la prepotencia, del capitalismo salvaje, la época en que nos olvidamos de los derechos básicos de las personas, en que pasamos por encima de la justicia y la dignidad. La era en que nos engañaron con el miedo al terrorismo para justificar sus guerras. Que exista una mayoría así es mucho más importante que lo que pueda hacer Obama, y además mucho más fuerte, porque nadie puede acabar con ella.