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Reportaje:

Cataluña recupera las pinturas románicas más grandes en origen

Los frescos de Estamariu han estado ocultos durante siglos

La iglesia románica de Sant Vicenç de Estamariu (Alt Urgell) exhibe al público desde ayer una auténtica joya del románico. Se trata de un fragmento de uno de los conjuntos de pinturas románicas conservadas en su lugar original más importantes de Cataluña. El descubrimiento de estos frescos, datados en 1135 y situados en el Ábside de la iglesia, se produjo hace 15 años durante los trabajos de limpieza de la iglesia, que estaba cubierta de vegetación.

Estamariu es un pequeño pueblo de montaña situado a unos 10 kilómetros de La Seu d'Urgell. La casualidad quiso que el tesoro saliera a la luz después de haber permanecido oculto durante siglos debajo de una fina capa de cal. Uno de los voluntarios de la brigada de limpieza vio que entre la maleza del ábside de la nave central había un ojo que le miraba fijamente. "Aquel ojo pintado, que era el derecho de la figura de santa Águeda, nos puso en alerta de que detrás podía haber un conjunto de pinturas importantes", explicó ayer el historiador Albert Villaró, archivero de La Seu.

La intervención realizada en la recuperación tanto de la iglesia como de los frescos ha sido gestionada por la Fundación Privada Sant Vicenç d'Estamariu y sufragada por diversas empresas e instituciones públicas. En las tareas de recuperación de los frescos trabajó durante dos años un equipo de técnicos restauradores dirigidos por el especialista en pintura mural Pere Rovira, del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña.

Rovira destacó la originalidad de las pinturas murales encontradas en Estamariu, realizadas con una técnica mixta, fundamentalmente al fresco y con retoques a la cal. El conjunto está formado por la iconografía típica del románico: un Cristo en majestad entronizado, el tetramorfos (símbolo de los evangelistas: cuatro figuras humanas con cabeza de animal) y escenas de mártires y del Apocalipsis. "Por el estilo y la técnica estamos delante de un gran maestro de influencia francesa, por la línea, la cantidad de color y el estilo que utiliza, y por la original manera de presentar las pinturas", señaló Rovira.

Por otra parte, el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, que asistió al acto de presentación de las pinturas, reafirmó la postura de su departamento en el conflicto que enfrenta desde hace 13 años a los obispados de Barbastro-Monzón y Lleida por la propiedad de un centenar de obras de arte sacro. "Reitero la posición que siempre hemos defendido: las obras no saldrán de Lleida por la vía de la imposición", dijo.

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