Un marinero mata al capitán de su barco a 20 millas de Finisterre

Reinaba el buen ambiente a bordo del Paxi-C, un carguero de bandera italiana con 17 hombres a bordo que acababan de ver por televisión un partido de la Champions. A las seis de la madrugada, a 20 millas de la Costa da Morte, el contramaestre se despertó por los gritos del capitán, el italiano Mario Castaldi. Herido de una puñalada en el pecho, se desmoronó en la litera de su colega y falleció. Apenas tuvo tiempo para contar que había sido apuñalado por el segundo oficial de máquinas, su compatriota Andrea Dellarosa.

Cuando la tripulación encontró al agresor, éste se rebeló contra sus compañeros. Se rajó el cuello y las muñecas y logró encerrarse en el camarote de su víctima. El primer oficial dio la alerta a la Torre de Control Marítimo y llevó el barco a Fisterra. Tres guardias civiles y un médico se trasladaron hasta el carguero. El capitán, de 53 años, ya era cadáver y sólo se pudo certificar su muerte. El presunto asesino fue evacuado tras la intervención de 18 agentes de operaciones especiales. Toda la tripulación asegura desconocer los motivos del ataque de locura que llevó al segundo de máquinas a matar al capitán.

"Nadie se explica el porqué", comentó al llegar a tierra el inspector de Seguridad Marítima, José Pais. "Habían estado viendo un partido tan amigos y nadie entiende por qué, a las seis de la mañana, Dellarosa, tras terminar su turno de guardia, se fue hasta el camarote del capitán, donde éste descansaba, y le clavó un cuchillo en el pecho". Según el relato del jefe de máquinas del buque, el agresor, un romano atormentado por problemas familiares y sumido en pleno proceso de divorcio, llevaba tan sólo 15 días a bordo del carguero.

Todos los tripulantes (un tercer italiano, un lituano, seis indonesios, cuatro filipinos y tres ucranios) coincidieron al declarar en que desconocían los motivos que llevaron al segundo oficial de máquinas a matar al capitán. Nadie sabe de la discusión previa que pudieron tener los dos compatriotas antes de la agresión mortal.