Obras de arte protegidas con etiquetas de radiofrecuencia
La empresa Saident, especialista en tecnología RFID, vende esta solución de la londinense ISIS en España, implantada en el Moma y la National Gallery
Los ladrones robaron a mano armada y a plena luz del día El grito, de Edvard Munch, en el museo del pintor en Oslo (Noruega). El lienzo fue recuperado dos años después. No todas las obras de arte que desaparecen corren la misma suerte. Art Loss Register calcula en 1.400 millones de euros anuales las pérdidas por sustracción en colecciones privadas y museos del mundo, que suelen producirse con los instalaciones abiertas y los sistemas de seguridad desactivados por la afluencia de público.
El Moma (Museo de Arte Moderno de Nueva York) y la National Gallery (Londres) ya han instalado pegatinas con chips de radiofrecuencia en sus obras (expuestas o almacenadas) como medida de seguridad y para evitarse disgustos.
Las etiquetas RFID, que pueden indentificar todo tipo de objetos desde 20 gramos de peso hasta kilos, llevan sensores de movimiento -vibración- para detectar golpes e incluso de presencia, de manera que el software que hay detrás de la instalación monitoriza el estado del material artístico en tiempo real y comunica al instante cualquier anomalía a los responsables de seguridad del centro.
La empresa Saident comercializa esta solución de la británica Isis en España. Las etiquetas RFID cuestan 0,10 céntimos de euros, pero el coste de la solución para museos varía según la complejidad del edificio, el material que proteger y la integración con los sistemas de alarma y vigilancia instalados.
Saident desarrolla todo tipo de soluciones de radiofrecuencia adaptadas a distintos sectores de actividad, desde el militar, sociosanitario o textil a bodegas y cadenas de suministro, distribución, logística... Su socio tecnológico es el centro de las tecnologías de la producción, Leitat (Terrassa).
"Nuestra tecnología tiene una aplicación multisectorial. Sirve para identificar un producto durante su producción, fabricación o proceso de distribución", explica Daniel Rodríguez, fundador y director general de la compañía, con 10 trabajadores y sede en Mollet del Vallès (Barcelona).
Sus clientes son el Ministerio de Defensa, el Hospital de Manlleu, el hospital Santiago Apóstol de Vitoria y la joyería Rabat, entre otros. En los centros hospitalarios y residencias geriátricas, por ejemplo, identifican el vestuario sanitario para evitar su pérdida en la lavandería. "El chip va integrado en una cápsula de cerámica termosellada a la ropa", explica Rodríguez.
Trazabilidad más eficaz
La tecnología RFID convive actualmente con el código de barras. "Y lo hará durante muchos años. Hay muchos sectores que nunca necesitarán esta tecnología, aunque la trazabilidad del producto es más eficiente y rápida con la radiofrecuencia porque permite leer cientos de chips en segundos. Además tiene muchas otras ventajas en la mejora de procesos: reducción de stocks, de pérdidas, control de la cadena de frío alimentaria...", asegura Rodríguez, de 33 años.
SAIDENT: www.saident.com
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