Hollywood celebra a su nueva estrella, Barack Obama

La victoria de Barack Obama en las elecciones convirtió el mundillo de Hollywood en una fiesta donde las estrellas se dieron cita para celebrar el momento. Desde el escenario del Grant Park de Chicago, Obama resplandeció con su discurso ante una audiencia de 100.000 personas y muchos de sus apoyos en el sector del espectáculo, como Brad Pitt, Oprah Winfrey o Spike Lee. "¿Quién no se ha quedado mudo?".

Lágrimas de alegría. Lágrimas de satisfacción. "Una riada sorprendente de esperanza en tiempos de desesperación", afirmó Michael Moore nada más confirmada la noticia en una carta pública de este cineasta y liberal recalcitrante. "Barack Obama, un buen hombre, un negro que dijo que traerá el cambio a Washington y a la mayor parte del país le ha gustado la idea", añade en su felicitación.

Las mismas palabras de alegría y felicitación que ofreció el galán George Clooney, uno de los mayores apoyos económicos y morales de Obama desde el comienzo de su campaña, quien, tras felicitar al presidente electo, dijo: "Ahora es tiempo de empezar la unificación del país para poder afrontar los extraordinarios desafíos a los que esta generación se enfrenta".

"Es una gran noche para el país y que tendrá un efecto positivo en la economía", afirmó uno de los productores más poderosos de la industria rodeado de estrellas como Jessica Alba o el autor Salman Rushdie. En Los Ángeles, Courtney Cox y su marido, David Arquette, también organizaron su propia fiesta de celebración en su casa, a la que asistieron Jennifer Aniston, Sacha Baron Cohen y su compañera, Isla Fisher. A diferencia de la Administración de Bush, que desde su llegada a la Casa Blanca pasó de Hollywood y de sus estrellas, Obama supo apoyarse en ellos.

Barbra Streisand cantó para el candidato demócrata, Scarlett Johansson se dejó la piel acompañándole en Estados conflictivos como Iowa u Ohio, mientras Bruce Springsteen, poco dado a participar en este tipo de campañas, actuó junto a Michelle Obama el pasado domingo en Cleveland para darle un último empujón al nuevo presidente electo. Tim Robbins también formó parte de este cambio, aunque le costó algo más que palabras. El actor y director descubrió al votar que no estaba en el registro electoral. Al protestar por su ausencia en un colegio electoral en el que lleva votando desde 1988, tuvo que recurrir a una orden judicial para poder depositar su papeleta.

Antonio Banderas celebró el triunfo de Obama en su casa de Los Ángeles sacando a su hija Stella de la cama para que pudiera estar a su lado. "Hicimos historia después de ocho años de prehistoria", bromeó sin ocultar su estado de satisfacción. "Es uno de los momentos más emocionantes que he vivido, ha sido como si me hubieran curado un cáncer".

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