Maradona con el silbato

Diego Armando Maradona tiene una minúscula experiencia como entrenador: estuvo en los noventa al frente del Mandiyú, de Corrientes, y del Racing, de Buenos Aires. Dirigió en total 23 partidos, de los que ganó 3, empató 12 y perdió 8. El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona, lo debió considerar suficiente porque lo ha nombrado nuevo técnico de la selección albiceleste. La polémica surgió de inmediato, y Maradona tuvo que intervenir: "Me causan gracia los que dicen que no tengo experiencia", dijo. Y luego, en tono más solemne, añadió: "Hablan de experiencia y el agua caliente ya está inventada".

El caso es que las encuestas que organizaron en sus ediciones digitales los dos diarios más importantes de Argentina, Clarín y La Nación, no apoyaron el regreso del Pelusa a la selección como técnico. En ambos casos, más del 70% de los que opinaron se manifestó en contra.

Alguno de los internautas hizo una observación con moralina incluida: "Hasta hace poco no podía gobernar su vida y así, ¿qué ejemplo les puede dar a los jugadores?". Franz Beckenbauer, otro de los monstruos de este deporte, también aludió a la vida turbulenta de Maradona en sus declaraciones de apoyo. Tal vez el cargo le ha llegado "en el momento adecuado", comentó, para dejar de lado sus costumbres desparramadas.

Ha vuelto el mito, ha renacido de sus cenizas, promete espectáculo. A ese hombre, que parecía jugar con el balón cosido a los pies y que compuso algunos de los momentos más memorables de la historia del fútbol, le ha tocado ahora el silbato del entrenador.

Muchos han corrido a decir que dudan de que vaya a ser formal en los entrenamientos y que sospechan de que deje sus caprichos, excesos y rabietas. Otros explican que lo suyo sólo será ir a las salas de prensa y contagiar entusiasmo al equipo, poco más. Trabajará con el director general de la selección, Carlos Bilardo -que fue su entrenador-, y su primer logro ha sido conseguir que Sergio Batista y José Luis Brown sigan formando parte del equipo de técnicos. Antes de enseñar los dientes, conviene que veamos de qué manera emplea Maradona el silbato. El mito vuelve a reinventarse.