Riki entierra las esperanzas del Betis

Un partido alocado, entre dos rivales directos en la zona baja de la tabla, lo resolvió Riki cabeceando un balón a la red, mientras dos jugadores béticos yacían en el césped tras un choque fortuito. Un disparo seco de Lafita cerró el encuentro, cuando el Betis supuraba por la herida. Y aún tuvo tiempo para otro más. Una derrota demasiado dolorosa para el Betis, que había avasallado al Deportivo en la primera mitad.

Ambos equipos saltaron al campo preocupados por buscar el gol, fuera como fuese. Cuanto antes mejor. Y eso lo interiorizó Nelson. Cada vez que veía libre el carril derecho, allí que iba él, aunque sus centros no encontraron nunca a un compañero. La velocidad del portugués contagió a sus compañeros de la misma forma que desmembró al cuadro de Miguel Ángel Lotina.

Sin embargo, el conjunto coruñés se volcó en el ataque, como si el encuentro sólo durará 45 minutos y no 90. Todo balón que caía en los pies de Riki o Verdú terminaba dirigiéndose a la portería de Casto. Aunque estuvieran tan alejados como para no ver la línea de gol. Aún así, el delantero catalán apuntó estuvo de sorprender al meta bético con una vaselina desde 25 metros, que Casto acabó enviando a córner. Fue la respuesta a un remate de cabeza de Emana, vencido Aranzubia, que salvó Sergio cuando el Ruiz de Lopera ya estaba de celebración.

Tras la reanudación, el Betis retomó el empuje. Pero entonces, ocurrió lo inesperado. Capi y Arzu chocaron entre ellos cuando iban a por un balón, y terminaron tumbados en el terreno de juego. El Deportivo continuó la jugada, y el balón se coló en la red de Casto después de un remate de cabeza de Riki. Los verdiblancos se descentraron. Y las consecuencias fueron dos dianas de Lafita, que enterraron a los locales.

Hace tres jornadas, los directivos del Betis dieron un ultimátum a Chaparro. O conseguía 7 de los siguientes 9 puntos, o su cargo corría peligro. Sólo han sido seis, y su futuro está en el aire.