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Crónica:Novena jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Sporting coge carrerilla

El conjunto de Preciado barre al Numancia en su cuarta victoria seguida

El Sporting sabe mejor que nadie que el fútbol es un estado de ánimo. Superado su penoso inicio liguero, goleada tras goleada, el equipo gijonés ha encadenado cuatro triunfos consecutivos. Hay que remontarse a la temporada 1993-94, con Mariano García Remón en el banquillo, para encontrar un Sporting tan enrachado.

A los cuatro triunfos ligueros hay que sumar el de Copa logrado el miércoles en Soria, frente a un Numancia que tiene todas las papeletas para convertirse en el nuevo saco de los golpes. Durante un tiempo, el equipo soriano fue una especie de bestia negra sportinguista. Ahora es un chollo. Tan fuerte se ve el Sporting que ni siquiera se inmutó cuando Goiría puso por delante al Numancia. Fue un lapsus, una rareza, en un partido dominado por el equipo de Preciado. A su manera, basándose en un gran despliegue físico, el Sporting desactivó el intento soriano de dormir el partido con el ramillete de jugadores pequeños que pueblan el centro del campo.

SPORTING 3 - NUMANCIA 1

Sporting: Cuellar; Sastre, Gerard, Neru, Canella; Matabuena, Diego Camacho; Luis Morán (Barral, m. 63), Carmelo (Kike, m. 17), Diego Castro; y Bilic (Míchel, m. 79). No utilizados: Sergio Sánchez; Jorge, I. Hernández y Omar.

Numancia: Juan Pablo; Juanra, Pavón, Boris, Cisma; Nagore, J. C. Moreno (Bellvis, m. 72); Mario (Quero, m. 67), Álvaro Antón, Barkero; y Goiría (Brit, m. 60). No utilizados: Diego; Dimas, Palacios y Felipe.

Goles: 0-1. M. 20. Goiría. 1-1. M. 32. Luis Morán. 2-1. M. 64. Bilic. 3-1. M. 75. Bilic, de penalti.

Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó a Nagore, Barkero, Sastre, Gerard, Cisma, Quero y Barkero.

Unos 18.000 espectadores en El Molinón.

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El 0-1 enrabietó de tal manera al Sporting que el empate llegó por aplastamiento. Luis Morán, otro producto de Mareo, se estrenó en Primera en pleno bombardeo del área soriana. Los goles de Bilic llegaron en el segundo tiempo, tras un tímido intento de reacción del Numancia. En realidad, el equipo de Kresic se quedó cortó en todas las facetas. No fue contundente en defensa, sus medios no utilizaron el balón para hacer daño y le faltó un referente en el ataque.

El Sporting sí lo tiene. Bilic tuvo premio dos veces. Primero se adelantó al portero en el área pequeña. Poco después sentenció con un penalti. Bilic largó uno de sus típicos trallazos por la escuadra. El árbitro mandó repetir y el croata ni se inmutó. Optó por un disparo raso, ajustado al poste derecho. Imposible para Juan Pablo.

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