"Si puedo, me busco la vida por mí mismo"

Guillermo Vicario se quedó en paro el pasado julio. Fue uno de los afectados de los últimos expedientes de regulación de empleo de Sáez Merino, el fabricante de Lois, que anunció su liquidación en octubre. A sus 42 años, Guillermo ha pasado más la mitad de su vida en la plantilla de la empresa textil: 22.

"Estaba en el almacén de logística, era oficial de almacén y hacía toda la faena desde descargar un camión a hacer los pedidos". Guillermo describe así su antiguo trabajo. Por él cobraba unos 950 euros mensuales, más cuatro pagas extras.

Divorciado y con una hija, de 14 años, tiene que hacer verdaderos esfuerzos para llegar a fin de mes con los 1.100 euros que percibe de su prestación por desempleo. Con ese dinero tiene que pagar una pensión alimenticia para su hija, y la mitad de la hipoteca de la vivienda que compró con su ex mujer. En la actualidad, Guillermo vive en Liria (Valencia) en casa de su actual pareja.

Por el momento no ha encontrado otro trabajo, aunque aclara: "Aún no me he puesto a buscar nada. Estoy haciendo un curso de fontanería". Una vez acabe con su formación, quiere trabajar por su cuenta. "Las cosas no pintan nada bien. Por eso digo que, si puedo, no dependo de nadie y me busco la vida por mí mismo".