Sobredosis de pornografía emocional
'Prime time' ironiza en la Semana de Terror sobre el papel de telespectador
¿Qué pasaría si una cadena de televisión perdiese el miedo a las consecuencias legales y éticas de sus actos y decidiera darle al público lo que supuestamente pide? El director de cine Luis Calvo (Málaga, 1975) partió de esta reflexión para dar vida a su primera película, Prime time. Su equipo y él idearon una cadena de televisión por Internet que situaron en un futuro próximo y crearon un reality show basado en "el secuestro de personas y la exhibición de su sufrimiento durante las 24 horas del día", explicó ayer el realizador. Este "thriller psicológico" se proyectará esta tarde (19.15) en el Teatro Principal de San Sebastián, dentro de la 19ª Semana de Cine Fantástico y de Terror.
La proyección del musical 'Repo!' se pospone hasta el 9 de noviembre
"Me he permitido la pedantería de acuñar un concepto: el de pornografía emocional", comentó Calvo con sorna. Y es que considera que los telespectadores están sometidos a una "exposición continua de pornografía emocional", en la que ven "cómo se despedaza el alma humana en el sentido más triste de la palabra".
Ante esta situación, Prime time, que se ha realizado con un presupuesto de 2,5 millones de euros, pretende generar "una pequeña reflexión sobre si queremos seguir caminando en esa vía de la pornografía emocional". Lo hace, eso sí, sin renunciar a "una historia entretenida que intenta crear intriga y que el espectador no se arrepienta de haber pagado seis o siete euros por la entrada", subrayó el joven director.
Calvo aseguró que su intención no es atacar a las cadenas de televisión. Es más, se muestra convencido de que la televisión "emana de nuestra sociedad, de lo que somos, de lo que pensamos". Parafraseando a Valle-Inclán, incidió en que la televisión podría ser "un espejo deformante que nos devuelve nuestra propia imagen aumentada, quizá un poco deformada, pero, en todo caso, lo que somos".
Por ello, reiteró que su película persigue provocar una reflexión sobre el papel de los telespectadores. "Si tenemos o no una obligación, un compromiso a la hora de decidir a quién damos o no de comer cuando ponemos la televisión", incidió. En realidad, reconoció que no es nada original, para añadir que simplemente ha puesto en clave actual "cosas que han pasado siempre". Y puso como ejemplo los circos romanos. "Es una reflexión sobre el alma humana", abundó el productor, Chema Asensi.
La mayor parte del filme transcurre en una especie de zulo con espejos y telas negras. Aunque en realidad estaba abierto, "sí transmitía un estado de claustrofobia" que ayudó a los actores a interpretar sus papeles, señaló Pablo Puyol, uno de los protagonistas. Pero, al mismo tiempo, resultó un rodaje "duro física y psicológicamente".
La Semana tenía previsto proyectar esta noche (22.15) el musical de terror Repo! The Genetic Opera, dirigido por Darren Lynn, bajo fuertes medidas de seguridad para evitar el pirateo. Sus planes se han visto truncados. La pasará el próximo 9 de noviembre, porque la productora del filme ha impuesto finalmente su proyección el mismo día o después de su estreno en EEUU, el 7 de noviembre. En su lugar se podrá ver Suspense, de Jack Clayton.
Las exposiciones de la Semana se desarrollan, en cambio, sin sobresaltos. El japonés Tomoo Haraguchi exhibe sus monstruos y cabezas en la cripta de la Biblioteca Central. Mientras, Miguel Ángel Martín, Isabel Mancebo, Ángel Unzueta, Álex Sanvicente, Sanvi, y Liniers muestran sus dibujos en distintos centros de la ciudad dentro de las quintas Jornadas del Cómic.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.