Estelle Reiner, actriz estadounidense

En la historia del cine hay frases memorables que no pueden separarse de los rostros que las pronunciaron. ¿Cómo olvidar a Clark Gable y su "Francamente, bonita, eso a mí no me importa" en Lo que el viento se llevó, o a Humphrey Bogart en Casablanca y su "Siempre nos quedará París"? Hubo una actriz menos célebre que ellos y que, sin embargo, también le regaló al mundo una frase legendaria: Estelle Reiner. La madre del director de cine Rob Reiner y esposa del actor y director Carl Reiner falleció el pasado sábado en Beverly Hills a los 94 años por causas naturales. En uno de los cameos más célebres del cine de los ochenta, en la película Cuando Harry encontró a Sally, dirigida por su hijo, Reiner entraba en el restaurante Katz justo en el momento en el que Sally finge un orgasmo a voz en grito. La camarera se acerca a Reiner y le pregunta qué desea tomar y ella responde, señalando a Sally, a la que interpretaba Meg Ryan: "Lo mismo que ella".

La frase fue incluida por el American Film Institute en su lista de las 100 mejores del cine, ocupando el puesto número 33. Pero Reiner no sólo merece ser recordada por eso.

Esta actriz nacida en el barrio neoyorquino del Bronx en 1914 era una artista multifacética. Estudió arte, diseñó platós de cine, después se dedicó a la interpretación y cumplidos los 60 decidió perseguir carrera como cantante, concentrándose en la música de cabaré y editando numerosos álbumes. Además, Reiner fue la matriarca que inspiró una de las sitcoms más célebres de la televisión estadounidense, The Dick Van Dyke Show. Estrenada en los años sesenta, la serie era el retrato de una familia algo disfuncional en la que el principal protagonista era un guionista de televisión que escribía para una superestrella y que Carl Reiner basó en sus experiencias personales como guionista del actor Sid Caesar y donde la vida familiar tenía un sabor muy parecido al de su propia vida.