Los alumnos acuden en masa a las protestas por la Ciudadanía de Camps
Los institutos acuerdan encierros nocturnos en noviembre de cara a la huelga
La "ocurrencia" del presidente Francisco Camps de obligar a dar el temario de Ciudadanía en inglés se ha convertido en el pegamento que sella todos los problemas acumulados en la educación pública en las últimas legislaturas del PP. Y los estudiantes fueron en esta ocasión el alma máter, el motor, de la gran "batucada" en la que desfilaron anoche 6.000 personas, entre alumnos, padres, profesores y directores desde la plaza de San Agustín hasta el Palau de la Generalitat de Valencia para pedir la "dimisión" del consejero Alejandro Font de Mora.
En Alicante, la concentración acabó también en manifestación. La protesta, que arrancó tibiamente, terminó congregando a 2.500 personas, según cifras de la Plataforma por la Enseñanza Pública, entre la delegación del Consell y la céntrica plaza de los Luceros. La consigna más repetida: la dimisión de Font de Mora, que se podía leer en valenciano, castellano y, por supuesto, en inglés. "Blackberry's Fountain go home", rezaban muchos carteles, en referencia a la autotraducción de su apellido que exhibió Font de Mora en las Cortes.
"Si lo que querían era que los alumnos no entendieran nada de esta asignatura, lo han conseguido, porque con el nivel de inglés que tienen podrán decir uno, dos, tres, mesa y silla, pero no comprender y discutir sobre una clase de ética cívica", resume Amparo, del Ampa del instituto de Rascanya pancarta en mano.
Los estudiantes de Secundaria y Bachillerato cambiaron anoche las mochilas, los patines y los scate board (que lucen a media tarde en la plaza del Palau de la Generalitat) por pancartas de denuncia de todo tipo y, sobre todo, contra la "ocurrencia" de dar Ciudadanía en inglés en una autonomía que no ha logrado ni siquiera garantizar el aprendizaje del bilingüismo en todas las etapas. "Nos parece fatal que para fastidiar al Gobierno, nos fastidien a los alumnos y profesores", describieron gráficamente Laia, Nerea, Andrea y Pau, cuatro estudiantes de ESO del instituto Lluís Vives de Valencia.
En realidad, anoche, casi nadie de la comunidad educativa quiso perderse la primera manifestación. Una marcha que fue una especie de ensayo general de los encierros programados para noviembre, que culminarán en una huelga general en diciembre. Todos los institutos públicos de referencia de los 18 distritos de Valencia y de las principales cabeceras comarcales tenían sus Diez razones para manifestarse contra la política educativa de Camps. Y un deseo común, como el de Andreu y Berna, estudiantes de 2º de Bachillerato del IES Jorge Juan de Alicante. Si pudieran, le pedirían al consejero, en persona, que "reflexione" y que "si quiere introducir una asignatura en inglés, no lo haga así".
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