Los bingos boicotean a la Generalitat para lograr una rebaja fiscal

Los bingos han declarado la guerra a la Generalitat. La patronal ha impulsado un boicoteo para forzar una rebaja de impuestos, que considera "demasiado elevados". El domingo, las 50 salas catalanas iniciaron una "desconexión indefinida" del Supertoc, un tipo de juego en el que participa la Generalitat. Por cada día que pasa, el erario público deja de ingresar más de 10.000 euros que (como todo lo que se recauda del juego) van destinado a políticas sociales. El Gobierno ha anunciado que no piensa ceder.

Los bingos pagan unos tributos que suponen el 28% de sus ventas. Es la segunda tasa más alta -por detrás de Baleares- de toda España, según la patronal, que reclamó una rebaja con el argumento de que así se "aumentarían los premios a los usuarios". Los bingos han topado, sin embargo, con el rechazo frontal de los departamentos de Economía y Hacienda e Interior. "En época de crisis, es irresponsable plantearse una bajada de impuestos", explicaron fuentes de Interior.

El Supertoc es un modo de juego en el que todas las salas se conectan, cuatro veces al día, para otorgar premios especiales. Supone una facturación de 25 millones al año. Los bingos se llevan el 17% de la recaudación; la Generalitat se embolsa, a través de la Entidad Autónoma de Juegos y Apuestas, el 17,9%. En 2007, el Gobierno ingresó 3,7 millones por este concepto.

Ante la guerra "unilateral" iniciada por la patronal, Interior -que conoció la desconexión "a través de un comunicado"- anunció ayer que suspende las próximas reuniones con el sector, en las que iban a concretarse avances como la implantación del cartón virtual.